En una de las tragedias más dolorosas de la minería chilena, ocurrida el 31 de julio de 2025 en la región de O’Higgins, un derrumbe provocado por un sismo en el sector Andesita, en El Teniente de Codelco, cobró la vida de seis trabajadores. Entre ellos estaba Jean Miranda Ibaceta, un joven minero de 31 años, recordado por su alegría, su energía contagiosa y su fanatismo por el Club Universidad de Chile. Su partida dejó un profundo vacío entre familiares y amigos, pero también un legado que llegó al mundo en el momento más inesperado.
Meses después de la tragedia, la familia Miranda vive un capítulo distinto, lleno de emociones entrelazadas: El nacimiento de su bebé. Jean era padre de tres niñas y esperaba con ilusión la llegada de su cuarto hijo. Su esposa, Javiera Millacura, tenía cinco meses de embarazo cuando ocurrió el accidente. Con fecha probable para el 9 de diciembre, sin embargo, el pequeño decidió adelantar su llegada.
La tarde del domingo 23 de noviembre, mientras compartían un almuerzo familiar, Javiera comenzó a sentir leves molestias. Su cuñada, Jeny Miranda y hermana de Jean recuerda que: “Al principio parecía algo pasajero, pero el dolor aumentó y la llevaron para una cesária de urgencia al Hospital Regional de Rancagua. Fue todo súper rápido”, relata. El bebé venía firme, decidido, como si apurara el encuentro con el mundo.
El pequeño Jeancito Alonso, nombre que su padre escogió apenas supo que venía en camino, nació antes de las 36 semanas. Su condición de prematuro generó algunas dificultades respiratorias y debió ser trasladado a la UCI neonatal para recibir oxígeno y apoyo mientras sus pulmones terminan de madurar. “No tiene otra complicación”, explica Jeny con esperanza. “Solo es muy chiquitito, le cuesta un poco respirar solo, pero está mejorando día a día”. La familia confía en que pronto podrá ir a casa, donde lo esperan sus tres hermanitas y un entorno lleno de amor.

El nacimiento de Jeancito abrió una mezcla inevitable de emociones. Jean siempre había soñado con tener un hijo varón y hablaba con entusiasmo de esa posibilidad. Aunque no pudo conocerlo con vida, su presencia se siente en cada gesto de la familia. “Nos abrazamos y lloramos al mismo tiempo ya que era una alegría inmensa, pero también la pena de que él no está aquí para verlo”, recuerda Jeny al describir el momento en que vieron las primeras fotografías del recién nacido.
La hermana de Jean asegura que el parecido entre ambos es evidente: “Tiene la misma naricita, el mismo pelo clarito. Es igual a su papá, y eso nos llena el corazón”.
Jean cursó sus estudios y se especializó como técnico en minería, un camino que comenzó a recorrer desde muy joven: ingresó al mundo minero a los 11 años, impulsado por su determinación y sus deseos de salir adelante. En abril del próximo año, su familia viajará para recibir oficialmente el título técnico en minería que obtuvo en el IACC, un logro que refleja su esfuerzo y disciplina.
Su hermana recuerda con orgullo su dedicación académica: “Aprobó con 6,8, le iba súper bien. Dentro de su locura, era súper mateo. Tenía planes de seguir y sacar la ingeniería”.
Para Jeny, la llegada del bebé representa la continuidad de la historia de su hermano. “Somos muy felices desde su llegada. Es nuestro bebé”, expresa con emoción. Con la íntima convicción de que Jean observa todo desde algún lugar.
Jeancito, frágil y fuerte a la vez: “Es nuestro rayito de luz dentro de todo el dolor que hemos pasado estos meses. Solo esperamos tenerlo pronto en casa, para que pueda disfrutar con sus hermanitas y con toda la familia”, concluye Jeny.

- Las imágenes del menor fueron autorizadas para su publicación por parte de su familia.







