Fue en 2016 cuando Machalí anunciaba una completa remodelación de la plaza ubicada frente a la municipalidad. En ese entonces, el proyecto (que superó los seiscientos millones de pesos) contempló el cambio del pavimento, la instalación de luminarias, basureros y bancas, además de la incorporación de nuevas áreas verdes y un sendero para personas no videntes, entre otras mejoras orientadas a modernizar uno de los principales puntos de encuentro de la comuna.
Nueve años más tarde, el municipio confirmó un nuevo proceso de renovación para el mismo sector. Esta vez, con una inversión de ciento cincuenta y un millones de pesos, la administración local pretende revitalizar el espacio público con énfasis en accesibilidad y fortalecer el uso comunitario.
En específico, las obras consideran el retiro de la jardinera central, la reposición del piso, la reinstalación del hito comunal y la construcción de un nuevo eje peatonal. También se contempla la instalación de jardineras adicionales, el recambio del mobiliario existente y el rebaje de las jardineras actuales (10-25 centímetros de altura). A ello se suma la habilitación de un área de juegos infantiles, con piso de goma e implementación de un juego modular orientado a las familias y a los más pequeños.

El proyecto incluye además el mejoramiento de la pileta, modificando su acceso e incorporando nuevo mobiliario y especies florales, junto con la construcción de un emparronado. Otros aspectos señalados por el municipio consideran la renovación completa del Odeón con la reparación de pintura, revestimiento de pilares y un reforzamiento del sistema de iluminación.
El alcalde de la comuna, Juan Carlos Abud, apuntó que “es un proyecto que tiene a todos los machalinos muy entusiasmados. La Plaza de Armas siempre es un punto de encuentro y se necesita tener espacios más verdes y con juegos para niños. Heredamos una plaza que no tenía estos elementos y trabajaremos por etapas para mejorarla”.

Pero, ¿es suficiente para los vecinos? El Tipógrafo llegó hasta el corazón de Machalí para conocer sus impresiones. Para algunos, las mejoras anunciadas no resuelven el problema de fondo. Rosa, vecina del sector, señala: “La plaza está más desordenada (…) vienen a tomar, hacen pipí. Aparte, esos escalones están muy altos, ahí se equivocó el arquitecto”.
Otras voces son aún más críticas respecto del destino de los recursos municipales. Ivonne, sentada en una de las bancas, comenta que “se debiese invertir en otras cosas, lo que tenga más urgencia”, mientras que otra vecina, que prefirió mantener el anonimato, asegura que “es plata mal gastada, deberían arreglar las veredas y las calles”. Para ellas, las prioridades comunales están en otra parte.
También hay quienes respaldan la intervención. Solange valora la creación de espacios verdes y apunta a una necesidad que, según dice, ha ido quedando relegada: “Me gustaría que hubiera más áreas verdes acá en la plaza, son necesarias”. Su mirada coincide con parte de la comunidad que considera indispensable recuperar el entorno natural y darle un sentido más acogedor al centro histórico de la comuna.

La nostalgia también se hace presente. Claudia, recuerda con afecto la plaza anterior: “No me gusta la plaza, para nada, la intervinieron, la llenaron de cemento. Nosotros vivimos cerca de acá y no podemos salir en las tardes con nuestros hijos porque se llenó de personas tomando alcohol, fumando droga, se convirtió en cualquier cosa menos en lo que era antes, cuando era cálida y familiar (…) Deberían sacar todos esos bloques de cemento, que es horrible, porque en la noche es muy oscura en el centro, lo usan de baño”.
Claudia profundiza aún más en su recuerdo: “Cuando yo era chica ponían unos lienzos gigantes, proyectaban películas y nosotros estábamos en el pasto viendo películas, todos los niños. Ahora no se puede hacer nada de eso, se perdió lo que era la familia, porque ya no hay nada, ahora hay que evitar sentarse donde hay orina o gente tomando”. Su testimonio retrata una percepción extendida: la distancia entre lo que la plaza fue y lo que representa hoy para muchos habitantes.







