Cerca de 30 personas participaron en el “Primer encuentro de oración por Chile”, organizado por la Comunidad de Oración y Servicio, grupo que se reúne cada miércoles en la Capilla del Obispado de Rancagua. La convocatoria también reunió a integrantes de distintos movimientos y comunidades eclesiales, como Schoenstatt, Cruzada de Caritas, colegios católicos y parroquias de varios decanatos, entre ellos Graneros y San Fernando.
La jornada fue guiada por el coach y expositor Jorge Vásquez, quien valoró la labor que realiza esta comunidad. “Esta es una comunidad de hombres y mujeres que se juntan a orar, convocados y reunidos porque Mons. Guillermo Vera los acogió en la capilla del Obispado; y se juntan todos los miércoles, ya que se dieron cuenta que la oración es un servicio en la Iglesia y en el mundo súper vital para mantenerse con la mirada en alto”, señaló.
Vásquez subrayó además el carácter sanador de la oración: “nos motiva, fortalece nuestra fe y nos ayuda a mirar la vida con esperanza. En un mundo donde la OMS advierte un aumento del 30% en los trastornos mentales, la oración se vuelve más necesaria que nunca”, afirmó.
Tres momentos clave
Durante el encuentro se desarrollaron tres instancias centrales. La primera fue la Eucaristía, definida como fuente y culmen de toda acción pastoral. Luego vino un espacio de fraternidad, en el que los asistentes compartieron un café y un momento de encuentro. Finalmente, se llevó a cabo una instancia formativa sobre el papel de la oración en la vida de la Iglesia y en el mundo actual.
La formación estuvo a cargo del Padre Emilio Maldonado, quien profundizó en los fundamentos bíblicos y teológicos de la oración; del doctor Fernando Zapata, que aportó una perspectiva desde la neurociencia; y del propio Jorge Vásquez, quien abordó el impacto de la oración en la salud mental y emocional, especialmente en tiempos que definió como marcados por “la pandemia de la salud mental y la soledad”.
Compromiso semanal
La Comunidad de Oración y Servicio mantiene su compromiso de rezar cada semana por toda la diócesis, comenzando por el obispo Guillermo Vera, sacerdotes, diáconos, laicos y quienes integran la Iglesia. Así lo señaló Sheila Viveros, coordinadora del grupo, quien valoró la participación de los asistentes y adelantó que esperan repetir este tipo de encuentros.
Al cierre, Jorge Vásquez enfatizó que el propósito es fortalecer y multiplicar las comunidades de oración, promoviendo líderes que sean “luz y esperanza” en medio de la sociedad. “Las comunidades de oración deben transmitir alegría, fe y esperanza. Quien tiene a Dios en su corazón lo tiene todo, y eso debe reflejarse en nuestras palabras y en nuestra mirada”, sostuvo.