Diversas y prolíferas fueron las problemáticas que ha enfrentado el municipio de Rancagua en los últimos cuatros años, que significaron en la práctica dos gestiones diferentes ya que el electo alcalde Juan Ramón Godoy terminó siendo puesto en prisión preventiva –aún lo está- a poco más de tres años de mandato por los delitos de fraude al fisco, cohecho, malversación de caudales públicos y lavado de activos.
Tras la formalización de Godoy, asume en suplencia el entonces concejal Emerson Avendaño, que fue con posterioridad ratificado como alcalde que termina el próximo 6 de diciembre. Durante esta gestión, se fueron acumulando también una serie de problemáticas como; las concesiones que se terminan; Los diversos problemas con la basura, como la deuda que se mantiene con la empresa Veolia con quien se volvió a contratar vía trato directo la recolección de la basura por un monto altísimo; a lo que se suma el reciente problema de la masiva desvinculación de trabajadores en modalidad contrata con lo que se vislumbran demandas que tendría que enfrentar el nuevo alcalde.
A poco más de 24 horas de asumir como primera autoridad del municipio de Rancagua, Raimundo Agliati, enfatiza en que su aterrizaje en el municipio será, “una llegada austera y de respeto a la situación actual que vive la institución, por supuesto, colocando la ciudad por delante siempre con mucho trabajo y mucha gestión que vamos a liderar y en conjunto con todos los equipos”.
Uno de los énfasis que declara el alcalde electo, es que en su gestión apuntará a “recuperar las confianzas”, no solo de los habitantes de la comuna, sino de los funcionarios de la municipalidad, autoridades, entre otros, que han visto al municipio de la capital de O’Higgins sumida en escándalos, tras la prisión de un alcalde en ejercicio.
En cuando al día a día de lo que será su gestión, Agliati, señala que, “como alcalde naturalmente asumiré con equipos lo justo necesario, que son personas específicas en cargos de confianza».
Agregando que, “hoy día el municipio tiene una enorme cantidad de funcionarios, pero más allá de la cantidad de funcionarios, hay personas totalmente valorables que conocen muy bien la gestión, la expertismo municipal”.
“Y el desafío de un buen alcalde no es solo sumar más funcionarios, sino que al contrario, saber valorar y trabajar con los funcionarios que tienen ese conocimiento y que tienen esa camiseta municipal, ese amor real por la ciudad, que es lo que más necesitamos”, cierra.