El Banco Central de Chile publicó este lunes su Informe de Estabilidad Financiera (IEF) correspondiente al primer semestre de 2025, en el que evalúa los principales riesgos y vulnerabilidades que enfrenta el sistema financiero nacional, así como su capacidad de resistencia frente a eventuales shocks externos.
Según el informe, la incertidumbre económica global ha aumentado de manera significativa en los últimos meses, especialmente tras el anuncio de alzas arancelarias por parte de Estados Unidos el pasado 2 de abril, medida que desencadenó represalias de varios países afectados. Si bien ha habido acercamientos bilaterales recientes, el escenario internacional continúa siendo altamente incierto.
Pese a este entorno desafiante, los mercados financieros han mostrado una capacidad de adaptación sin mayores disrupciones. El IEF señala que, en el caso de Chile, los indicadores financieros han evolucionado mejor de lo esperado. La economía local muestra señales de corrección de desbalances macroeconómicos, con un déficit en cuenta corriente más acotado, recuperación del ahorro y una mejora en los ingresos de hogares y empresas. Aunque la inflación sigue siendo elevada, su trayectoria se mantiene alineada con las proyecciones del IPoM de marzo.
El informe también revela una mejora en la posición financiera de personas y empresas, lo que ha contribuido a disminuir los riesgos sistémicos. La morosidad en créditos de consumo ha bajado, los hipotecarios se han estabilizado y la deuda comercial, aunque todavía alta, registra una tendencia descendente.
No obstante, el Banco Central advierte sobre la persistencia de riesgos relevantes. A nivel interno, las empresas de menor tamaño y aquellas con créditos Fogape continúan siendo vulnerables, al igual que el sector inmobiliario residencial, aún debilitado por las altas tasas hipotecarias y un exceso de oferta. En el plano fiscal, preocupa el deterioro progresivo de las holguras fiscales y el aumento sostenido de la deuda pública, que podría superar el límite prudente del 45% del PIB si no se adoptan medidas correctivas.
En relación con el sistema bancario, el IEF destaca su fortaleza actual. Las instituciones financieras han fortalecido sus niveles de capital, provisiones y liquidez, además de avanzar en la implementación de Basilea III. Los ejercicios de tensión realizados por el Banco Central demuestran que la banca chilena está en condiciones de absorber pérdidas significativas incluso en un escenario severo de contracción económica.
El principal riesgo para la estabilidad financiera local sigue siendo un deterioro abrupto del apetito por riesgo a nivel global, lo que podría traducirse en salidas de capital, alzas en los spreads soberanos y restricciones de financiamiento, especialmente para economías emergentes con menores colchones fiscales.
Finalmente, el informe reitera la necesidad de profundizar el mercado financiero local y fortalecer la política macroprudencial. En este contexto, el Consejo del Banco Central decidió mantener el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) en 0,5%, medida que contribuye a reforzar la resiliencia del sistema bancario ante futuros eventos adversos.