Un equipo de la Universidad de Tokio, liderado por el astrofísico Tomonori Totani, anunció el posible primer avistamiento directo de la materia oscura, la misteriosa sustancia que actúa como el «pegamento invisible» del universo.
La materia bariónica es la materia normal del universo, lo que podemos ver, y su estimación ronda sólo el 5%. En contraparte, la materia oscura y la energía oscura componen alrededor del 95% restante del contenido del cosmos.
Los científicos saben que la materia oscura existe porque, sin su fuerza de gravedad extra, las galaxias girarían tan rápido que se desintegrarían. De esta manera, hay una sustancia que permite que todo se mantenga unido, y de ahí que su pesquisa, que ha eludido por casi cien años a los astrónomos y astrofísicos, parece haber alcanzado un hito en la comprobación de su existencia.
El descubrimiento, publicado en el Journal of Cosmology and Astroparticle Physics, se basa en el análisis de datos del Telescopio Espacial Fermi de la NASA. El equipo detectó un exceso inusual de rayos gamma (radiación de alta energía) que emana del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
De acuerdo con los investigadores, este patrón energético coincide con lo que se esperaría si dos partículas de materia oscura chocaran y se autodestruyeran, liberando esta energía como una «firma» única.
Aunque la comunidad científica pide cautela para descartar fenómenos naturales alternativos, Totani afirma que los datos sugieren que se trata de una nueva partícula, distinta a todo lo que conocemos. De confirmarse, el hallazgo sería un paso histórico para resolver uno de los mayores enigmas de la física moderna.






