Rancagua fue escenario de una ceremonia cargada de simbolismo con la inauguración de la restauración del monumento ecuestre de Bernardo O’Higgins, ubicado en la Plaza de los Héroes.
El acto contó con la entonación del himno nacional, interpretado por la Banda Instrumental de la Escuela Militar del Libertador Bernardo O’Higgins, y la presencia de autoridades nacionales, regionales y comunales, entre ellas el alcalde Raimundo Agliati, el delegado presidencial Fabio López, el presidente del Instituto O’Higginiano Antonio Yakcich, seremis, concejales, representantes del Ejército de Chile, cuerpo de bomberos, fuerzas policiales y directores de instituciones.
El monumento, inaugurado en 1914, fue concebido como un homenaje a la memoria del prócer y a la Batalla de Rancagua, convirtiéndose en un referente patrio y en un símbolo de identidad local y nacional. Declarado Monumento Nacional y parte de la zona típica de la ciudad, ha sido durante más de un siglo un punto de encuentro ciudadano y testigo de los principales hitos históricos y sociales de la comuna.
La restauración fue impulsada por la Municipalidad de Rancagua, que encomendó los trabajos al taller Montes Becker, especialista en conservación de patrimonio. El proyecto incluyó la limpieza y recuperación del mármol del pedestal, la restauración de relieves y placas de bronce, la reparación de daños estructurales y estéticos, además de la reposición de elementos históricos sustraídos.
El alcalde Raimundo Agliati destacó la relevancia de la restauración señalando que se trata de “un momento muy simbólico y emotivo para Rancagua, ya que este monumento ha acompañado a generaciones de rancagüinos y hoy correspondía devolverlo a la comunidad como un acto de respeto y honor. Ha estado presente en nuestra historia, acompañándonos en el crecimiento, en las alegrías, en las penas y en los desafíos; es, sin duda, el corazón de Rancagua”.
Asimismo, el alcalde enfatizó el llamado a la responsabilidad ciudadana: “El municipio impulsa y recupera, pero el cuidado de estos espacios depende de todos. Hoy el monumento luce impecable y refleja el orden y la limpieza que buscamos en Rancagua”.
La ceremonia concluyó con el tradicional corte de cintas, que simbolizó la entrega formal de la obra restaurada a la comunidad.