Por Alejandro León
Frente a diversos medios de prensa nacional, el fiscal regional de O’Higgins, Aquiles Cubillos, confirmó la jornada de ayer que en el marco de la investigación de la catástrofe ocurrida en El Teniente, citará a declarar en calidad de testigos a los más altos ejecutivos de la corporación, entre ellos el presidente del directorio, Máximo Pacheco, y su presidente ejecutivo, Rubén Alvarado, advirtiendo que, en todo caso, todavía no hay fecha para ello.
Si bien el persecutor señaló que, por ahora, la concurrencia de los altos representantes de la empresa será en calidad de testigos, advirtió que en el transcurso de las diligencias “pueden cambiar las calificaciones jurídicas”, en alusión directa a la probabilidad de omisiones o fallas en los protocolos de seguridad dentro de las operaciones de la minera.
“Estamos elaborando el plan de trabajo investigativo. Estamos viendo todas las áreas que debemos cubrir, especialmente el levantamiento de información, que va desde el área de los proyectos hasta el área normativa, y eso es lo que estamos dilucidando, y simultáneamente estableciendo quienes son las personas que deben declarar en cada una de estas áreas”, detalló el persecutor en la cuenta oficial de Fiscalía en la plataforma X (ex Twitter).
Así, se espera que dentro de los próximos días, la fiscalía acceda a los testimonios de los ejecutivos y evalúe si procede calificar su calidad como imputados, todo dependiendo de los datos clave que arrojen los peritajes, siendo esta etapa una fase crucial para determinar eventuales responsabilidades penales y las urgentes mejoras de seguridad que Codelco deba implementar en sus operaciones.
En cuanto a las investigaciones en terreno, la Fiscalía, junto con la PDI, planifica realizar análisis directamente en los sectores donde se produjeron las fatalidades, Andesita y Teniente 7, en cuanto los expertos garanticen las condiciones de seguridad para los equipos investigadores. Una de las interrogantes más punzantes que debe determinar el ente persecutor es demostrar si el colapso de las galerías fue de origen
natural por el sismo de 4.2 o producto de las faenas propias del complejo minero.
En cuanto a la ampliación de las citaciones, el caso plantea una investigación compleja cuyos alcances pueden no limitarse sólo a los ejecutivos de Codelco. No se descarta la probabilidad de escalar hacia autoridades de nivel político, de fiscalización técnica y de prevención estatal, hecho que dependerá de las hipótesis de trabajo que elabore el Ministerio Público sobre el caso, cuyas implicaciones no sólo mantienen en vilo a las familias de los trabajadore y a toda la ciudad de Rancagua, si no que a todo el país.
En cuanto a la arista técnica de la investigación, los tiempos estarán determinados por las labores de los expertos del Sernageomin y por los hallazgos de la auditoría internacional anunciada por el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco. En este contexto, la determinación de las investigaciones incide directamente en la reactivación de las faenas dentro de la mina, donde la magnitud de la paralización total equivale a casi 950 toneladas métricas de cobre sin extraer cada día, con pérdidas estimadas en US$ 9–10 millones diarios, frenando ingresos fiscales y retrasando proyectos clave, como el nuevo Andesita, Andes Norte y Diamante.