El Juzgado de Policía Local de Marchigüe, a cargo de Rodrigo Guerrero, ha dictado una medida cautelar inédita que involucra a un perro presuntamente responsable de atacar ovejas en la comuna. Esta decisión, confirmada por el propio magistrado, busca equilibrar la protección animal bajo la Ley Cholito con la salvaguarda de la vital actividad ganadera local.
La resolución del Juez Guerrero se enmarca «dentro de lo que contempla el marco de la Ley Cholito», buscando responder a las «necesidades de justicia en la comuna». El propósito es doble: asegurar tanto la «protección del animal canino» como la «protección del animal de la ganadería».
El magistrado explicó que esta es una «solución provisoria» que se mantendrá mientras se resuelve la causa principal, originada por la lamentable «mortandad de ganado bovino». Esta situación se ha visto agravada por la falta de «resguardos suficientes» por parte de familias con perros en los nuevos loteos de la comuna, lo que termina por afectar tanto a los animales de compañía como al ganado.
La Ley Cholito y la necesidad de infraestructura
El Juez Guerrero enfatizó la «aplicación amplia» de la Ley Cholito, que cubre «todos los tipos de protección animal». Sin embargo, este caso particular ha puesto en evidencia una necesidad crítica: la falta de infraestructura adecuada para apoyar las resoluciones contra animales considerados peligrosos.
Sobre esta carencia, el magistrado informó sobre «conversaciones, incluso en reuniones en la provincia a través de la Delegación», para «poder implementar a la brevedad un canil provincial». La necesidad de este espacio es «mucha», dado que, a pesar de los «muchos avances» que presenta la Ley Cholito especialmente en materia de «registro de animales, cuidado de los mismos» y «medidas de protección», la ejecución de estas medidas se ve obstaculizada por la «escasez de recursos» y la falta de «lugares para efecto de llevar a cabo las medidas», detallo el magistrado local
Esta medida cautelar no solo busca mitigar un problema puntual, sino que también resalta la complejidad de la coexistencia entre la vida urbana y rural. Además, destaca la importancia fundamental de la tenencia responsable de mascotas para garantizar la armonía comunitaria y la vitalidad de la economía local.
En cuanto al perro involucrado, será custodiado por un vecino que se hará responsable mientras se resuelve el caso. Existe la posibilidad de que el can sea devuelto a su dueño, siempre y cuando este pueda demostrar que asumirá la responsabilidad total por el animal.