No fue solamente una Expo-Miel más, como las muchas que se han realizado en nuestro país. Esta tuvo dos hitos. Por un lado, un seminario para productores sobre ciencia y tecnología apícola aplicada, ejecutado por la Universidad Mayor, y, por otro, dar la partida a la Ruta O’Higgins, ambos proyectos financiados e impulsados por el Gobierno Regional de O’Higgins. En la muestra, una treintena de expositores apícolas presentaron sus productos.
“Estamos muy contentos y orgullosos de contribuir al desarrollo de importantes actividades. Está la realización de la ExpoMiel 2025 en Santa Cruz y, al mismo tiempo, este importante seminario con foco en tecnología, ciencia e inteligencia artificial. Este proyecto, se desarrolla en base a un FIC de nuestro GORE trabajado junto a la Universidad Mayor, que busca potenciar a los productores de miel, entregarles herramientas y más conocimientos. Nosotros felices de apoyar este tipo de iniciativas tan relevantes para este importante rubro”, sostuvo el gobernador regional, Pablo Silva Amaya.
Sobre el “plus” que significa “bajar la academia al campo; a los propios productores que fabrican la miel”, se pronunció el profesor de la Universidad Mayor, Juan Velozo, quien enfatizó que “estamos participando con una serie de seminarios académicos donde distintos centros de investigación de la región aportan con el conocimiento en distintos aspectos de la actividad apícola: genética apícola; calidad de la miel, monofloral, multifloral; el uso de la inteligencia artificial en la apicultura para mejorar la adaptación y hacer un mejor monitoreo de lo que está ocurriendo con los apiarios. También hay presentaciones sobre los polinizadores nativos”.
En las charlas del viernes 15, en tanto, participaron entidades como el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), INDAP, el Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura de la Región (CEAF), que es apoyado por el Gobierno Regional. “Esta información, este conocimiento que se genera en torno a la apicultura se le entrega a los apicultores para que mejoren sus procesos productivos y para poner en valor la investigación que se hace en el contexto del desarrollo de la actividad apícola en la región y en el país”, expresó Velozo.
Sobre las amenazas que enfrenta hoy la actividad apícola, el académico de la Universidad Mayor expresó que son “distintos factores. Principalmente el cambio climático y muchas acciones que realizan las personas en el uso del territorio que producen deforestación, pérdida de biodiversidad y eso afecta la producción de miel. Pero a pesar de eso, hoy en día existen muchas oportunidades para desarrollar y aprender nuevas formas de generar productos apícolas en este contexto y de eso se trata un poco la investigación. Es decir, cómo nos adaptamos en el entorno y en las condiciones en que estamos para ser más eficientes”.


El uso de la Inteligencia Artificial
Hoy en día estamos usando inteligencia artificial para monitorear las colmenas, para estudiar la genética de las colmenas, para estudiar las características de la miel y de esa manera monitorear, certificar, hacer mucho más eficiente el proceso productivo de la apicultura.
Durante el seminario, Daniela Rivera, del Centro GEMA, de la U. Mayor, expuso sobre el proyecto “Detección en tiempo real del estrés en colmenas mediante sensores e Inteligencia Artificial”. Sobre el tema, indicó que “la idea es aprovechar estas tecnologías nuevas, por así decirlo, para llegar al apicultor ofreciéndoles un sistema de monitoreo eficiente, económico, y que pueda ser aplicado para cualquier tipo de apiario. Nuestra idea es tenerles un índice que determine la salud de la colmena a través de imágenes, sistemas de monitoreo y el trabajo de uso de inteligencia artificial, así también como aprovechar este tipo de tecnologías para determinar la cantidad o el porcentaje de variedades que hay en una colmena y que eso pueda ser utilizado por el apicultor de forma eficiente, rápida, y como dije, de bajo costo”.
En otra de las ponencias en este seminario en el marco de Expo-Miel, estuvo la académica Andrea Müller, de la UOH, quien se refirió a las mieles adulteradas y la importancia de su calidad y efectos terapéuticos. Explicó que “es difícil determinar a simple vista una miel falsificada. Lo que nosotros estamos tratando de hacer es determinar características básicas de la miel, tener un análisis preliminar, que nos puede acercar a si las mieles son verdaderas o mieles falsas. Los apicultores nos traen estas mieles que ellos creen que son falsas y las analizamos en laboratorio, logrando algunos parámetros escapan de la normalidad y que podrían ser indicios de mieles son falsificadas. Si a usted le venden mieles muy baratas, a menos de 3.000 pesos el kilo, es muy probable que no sea miel real. No tiene el efecto terapéutico, ni cicatrizante, ni antibiótico, ni antiviral, ni tampoco resulta ser ese superalimento del que se habla”, expresó. “Es más, muchas de ellas tienen efectos perjudiciales. Afectan el estómago, le pueden dar alergia. Entonces, deprime todo el mercado nacional de una miel de muy buena calidad por estos productos falsificados”.
Explica la experta que “generalmente, los apicultores no hacen esto. Son los intermediarios que compran y para tener mayor retorno, diluyen la miel. Los apicultores, cuidan su producto, y son ellos los que nos denuncian a nosotros lo que está ocurriendo, porque ven que hay una competencia desleal”.


