Un grupo de trabajadores prestadores de servicios de la línea de transporte Red O’Higgins, que opera en el recorrido Rancagua–Machalí, levantó denuncias por precarias condiciones laborales, falta de higiene, carencia de infraestructura y cobros diarios que —según ellos— no se ven reflejados en mejoras. El conflicto, que ya llegó a la Inspección del Trabajo y Seremi de Salud, enfrenta un escenario de acusaciones cruzadas.
Luis Sáez, conductor que llegó desde Valdivia con la expectativa de encontrar estabilidad, asegura que la situación se ha vuelto insostenible: “Nos vinimos de Valdivia para trabajar y aquí estamos, pero en estas condiciones no se puede. El valor diario que se paga es de 20.000 pesos, considerado para este aparcadero, pero no tenemos baños adecuados ni condiciones de higiene. Ese dinero no se ve reflejado en ninguna parte”.
El trabajador explica que incluso la limpieza de los buses se ve afectada: “Las máquinas están sucias porque no tenemos un lugar donde limpiarlas o higienizarlas. Hemos tenido reclamos de los mismos pasajeros, pero sin las comodidades no se puede hacer nada”.
Sáez recalca que el problema excede lo económico: “Lo que queremos es trabajar dignamente, como personas y como humanos. No tenemos ninguna condición desde el primer momento. Hemos hecho los reclamos respectivos y dimos tiempo para mejorar, pero lamentablemente no lo hace. Estamos en malas condiciones de trabajo”.
Frente a estas denuncias, el presidente de la línea, Luis Ramírez, rechaza los cuestionamientos y asegura que las instalaciones cuentan con servicios básicos: “Aquí los baños sí existen, tienen confort, jabón, tienen de todo. No se nos puede decir que no hay baño en un tremendo recinto”.
Ramírez también acusa que la disputa responde a deudas impagas: “Para poder trabajar en las líneas, te pagan una cuota. Habíamos generado demasiada deuda, muy grande, y yo dije que no podían trabajar hasta que cancelaran. Yo no soy empleador de los conductores, ellos son prestadores de servicio. Incluso les facilité un recinto para que pudieran dormir cuando llegaron del sur”.
El caso ya escaló al plano institucional. El Seremi del Trabajo y Previsión Social, Jaime Chamorro, confirmó que se recibió la denuncia y que se iniciará fiscalización en terreno: “Sobre estos hechos ya hay denuncia ingresada ante la Inspección del Trabajo con fecha 24 de julio, por lo que se procederá a fiscalizar in situ. En nuestra región hemos estado sensibilizando sobre la importancia de la salud y seguridad en el trabajo, en especial con la entrada en vigencia del Decreto Supremo N°44”.
Por su parte, Maritza Delgadillo, jefa de la Oficina de Acción Sanitaria Rancagua, señaló que: “El centro cuenta con baños con ducha en condiciones de funcionamiento para los trabajadores de las empresas que mantienen arriendos vigentes. Además, al momento de la fiscalización no se encontraban vehículos (micros)”.
