Su gestión comenzó en medio de una compleja crisis financiera y una pérdida de confianza institucional, derivada de graves irregularidades detectadas en la Corporación Municipal (Cormun), que culminaron con la prisión del exalcalde Juan Ramón Godoy. Desde entonces, el propósito del alcalde Raimundo Agliati, según señaló a nuestro medio, ha sido claro: “Restablecer el orden administrativo, asegurar el correcto funcionamiento de los servicios esenciales, recuperar la gobernabilidad local y devolver a la ciudadanía la confianza en sus autoridades”.
Para enfrentar esta compleja situación financiera, el alcalde explicó que fue necesario devolver recursos a distintos organismos públicos, con el objetivo de asegurar la continuidad de servicios esenciales como la educación y la salud primaria. “Tuvimos que hacer ajustes. Hubo un abuso en la contratación de personal que generó parte de la crisis que se vivió. Además, el municipio debió asumir la responsabilidad por diversos proyectos adjudicados en años anteriores que nunca fueron ejecutados, lo que obligó a la devolución de fondos al Estado”, señaló.
En materia de seguridad, la autoridad destacó que este es uno de los temas más sensibles para la comunidad. “Se ha trabajado en reforzar los patrullajes, las fiscalizaciones y la recuperación del sistema de cámaras de vigilancia. Al inicio de la gestión, solo 25 cámaras estaban operativas; hoy, la cifra ronda las 80”, explicó. “Durante cuatro años no se realizó ninguna mantención, y esa es la base mínima para garantizar una seguridad preventiva”, agregó el alcalde, señalando que actualmente se está trabajando en una nueva central de monitoreo con altos estándares técnicos.
Centro de Rancagua
“El centro de Rancagua está vivo, y no vamos a permitir que se pierda”, asegura, y reconoce que, si bien han cerrado algunos locales grandes, “he caminado por el centro y he visto muchos emprendimientos nuevos que están llegando con mucho amor y visión, y a ellos les agradecemos y apoyamos”. Para él, la clave está en mantener un espacio limpio y cuidado: “Hasta hace unos meses los olores, la basura y las pegatinas eran tremendas, pero hoy el centro se limpia todas las noches, con lavados de piso en paseos peatonales, estación de trenes, paraderos y en todo lugar crítico”.
Sobre el comercio ambulante, fue claro: “En el centro no hemos entregado ningún permiso nuevo para usar el espacio público, y estamos trabajando con Carabineros en fiscalizaciones para controlar este desafío. Pero no se trata solo de orden, también apostamos por la inversión, la iluminación y la activación del espacio público con proyectos como murales en fachadas para darle vida al centro, porque soy convencido de que no va a morir”, afirma.
Rancagua, sede del Mundial Sub-20
De cara al Mundial Sub-20, Rancagua será una de las sedes del torneo, lo que ha motivado una serie de iniciativas deportivas, calles activas y la instalación de paraderos temáticos. También se implementará la “Ruta Mundialera”, que busca vincular emprendimientos gastronómicos con el evento. “El Mundial va más allá del fútbol. Es una oportunidad para todos los rancagüinos, desde los emprendedores hasta los jóvenes”, expresó Agliati.
Compromiso con el patrimonio
En cuanto a proyectos emblemáticos, el alcalde reafirmó su compromiso con la conservación del patrimonio urbano, como los hilos del Molino Koke. “No se van a demoler bajo ningún concepto. Los vamos a defender por siempre”, indicó, señalando también que se realizarán mejoras en la vialidad del sector.
Respecto al Terminal Rodoviario, Agliati explicó que la concesión venció en 2024 y que, tras resoluciones judiciales, el municipio iniciará su recuperación. La autoridad aclaró que, mientras no exista una nueva licitación, será el municipio quien administre directamente el recinto, asegurando su funcionamiento y velando por el orden y la seguridad en el lugar.
Desafíos pendientes y mirada al futuro
En cuanto al futuro de la comuna, el alcalde señaló que: “Tenemos que seguir trabajando con compromiso y unidad para enfrentar lo que queda por hacer, porque Rancagua merece una gestión que resuelva los problemas actuales y también construya bases sólidas para las próximas generaciones”.
