La nueva institucionalidad, conocida como Mejor Niñez, surge a raíz del Acuerdo Nacional por la Infancia, impulsado en 2018 por el Gobierno. “En aquella oportunidad, el Estado reconoció que ha fallado en la protección, principalmente de aquellos más vulnerados, e inició el trabajo para promover el desarrollo integral de todos los niños, niñas y adolescentes del país”, señala Cristian Flores (33), Director Regional (s) de Mejor Niñez y quien está encargado de encabezar la instalación de la entidad en nuestra región.
El nuevo servicio tendrá una dotación de 58 funcionarios (algunos de ellos traspasados desde Sename) y tiene como prioridad dar continuidad a los convenios vigentes con los 29 organismos colaboradores a nivel regional, entidades privadas que antes de un año deberán someterse a un proceso más exigente de acreditación si desean trabajar bajo los estándares técnicos y administrativos de Mejor Niñez.
– ¿Cómo califica el proceso de implementación de Mejor Niñez en O’Higgins?
Fue un trabajo arduo, con mucho trabajo en terreno, el que continúa; y nos ha permitido conocer a quienes están en contacto directo con nuestros niños. Esto es muy importante, porque nuestra misión va mucho más allá de asumir aspectos administrativos de la oferta programática que heredamos de Sename: debemos entregar protección especializada a quienes han sido vulnerados.
En la región de O´Higgins contamos con 73 proyectos, de los cuales hemos visitado prácticamente la totalidad desde que iniciamos nuestro trabajo hace algunos meses. Ese era precisamente el objetivo inicial del equipo implementador de Mejor Niñez, poder hacer un diagnóstico, un levantamiento de información respecto a la oferta programática que recibíamos como servicio.
«El proceso que llevamos a cabo nos deja altas tareas y gestiones que debemos realizar desde Mejor Niñez. Nuestro secano costero está en cierto rezago, porque existe escasa oferta programática en atenciones de reparación de derechos en la zona comprendida por las comunas de Marchigüe, Pichilemu, Navidad, Litueche, La Estrella y Paredones. Algo similar ocurre en Colchagua, puntualmente en comunas como Lolol; y luego, evidentemente, hay zonas de Cachapoal centro donde también debemos ser capaces de instalar mayor oferta programática».
– ¿Qué diferencia a Mejor Niñez del Sename, porque en la práctica dicho servicio no ha desaparecido?
El primero de octubre, Sename dejó de existir en lo que respecta a protección de derechos, y sólo quedó abocado a la reinserción juvenil; a la espera del trámite legislativo que dará paso a un servicio especializado en esas materias. Ese día será el fin de Sename.
Mientras, nosotros hace un mes como Mejor Niñez nos convertimos en el servicio encargado de garantizar la protección especializada de niños, niñas y adolescentes que han sido amenazados o vulnerados gravemente en sus derechos. Nos compete no sólo el diagnóstico, también la restitución de derechos, la reparación y trabajar para prevenir nuevas vulneraciones. Otra diferencia es que dependemos del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y no de la cartera de Justicia, como Sename.
– ¿Existe un cambio de mirada en relación a cómo se enfrentará la problemática, para así evitar cometer los mismos errores?
Hemos iniciado un cambio profundo en la protección de derechos de niños, niñas y adolescente, quienes hoy son una prioridad para el Estado. Y claro, todos desearíamos que este cambio sea inmediato, pero se trata de un proceso que sabemos será de largo aliento; con una serie de medidas a implementar en el corto plazo y otras que ya son parte de Mejor Niñez, como el trabajo intersectorial.
«Nuestra región fue la primera en conformar la Comisión Coordinadora de Protección Regional que reúne a 18 servicios públicos, precisamente para dar prioridad a los niños que atendemos. Por ejemplo, si un niño de Chépica por orden del juez debe hacer ingreso a una residencia, y la más apropiada está en Machalí, le corresponderá a la seremi de Educación asignar matrícula en un establecimiento de esa comuna, para evitar la deserción del sistema escolar. Lo mismo ocurre en el ámbito de priorización en el acceso a la salud», agrega Flores.
-¿Se fiscalizará más? . Lo digo a raíz de lo ocurrido en abril pasado en el Hogar Catalina Kentenich de Rancagua.
No sólo se fiscalizará más, Mejor Niñez contará con una unidad especializada en la materia. Y aquí es importante señalar que no se trata únicamente de control, el nuevo servicio acompañará al organismo colaborador a través de asesoría técnica especializada para lograr una mejora continua y mayor calidad en la atención. Por otra parte, los organismos colaboradores tienen un año para acreditarse nuevamente porque Mejor Niñez sube el estándar de acreditación y cuenta ahora con un Consejo de Expertos que aprobará o rechazará las propuestas de acreditación».
-¿Existen cambios en materia de las derivaciones de menores a los diferentes proyectos y programas?
Así es, hasta el 30 de septiembre existía sólo derivación judicial a un determinado proyecto. Ahora eso cambió. Quienes derivan son los tribunales de Familia o el coordinador de la Oficina Local de la Niñez, pero luego es el Director Regional de Mejor Niñez quien asigna un cupo en un proyecto, logrando que esa derivación sea lo más atingente a la realidad del niño, niña o adolescente. Por ejemplo, si encontramos que existe un niño que es atendido a través de uno de nuestros proyectos y su hermano ingresa al sistema, lo que corresponde es que estén juntos.
-¿Qué ocurre con los procesos de adopción a nivel regional?
La adopción es una de nuestras líneas de acción y, si bien se trata de un proceso largo, contamos con profesionales especializados que se encargan de acompañar a las familias en el proceso de habilitación.
«Afortunadamente en nuestra región contamos con muchas familias que están habilitadas y declaradas idóneas por parte nuestra para recibir a un niño o niña cuando estos judicialmente sean declarados susceptibles de ser adoptados. Y algo que recibimos como una buena noticia, es que en O’Higgins existen familias que están dispuestas a adoptar niños de mayor edad, lo que debemos promover».
-¿Y qué ocurre con las familias de acogida que eran parte de Sename?
El programa de Familia de Acogida es una modalidad de cuidado alternativo para aquellos niños, niñas y adolescentes que por orden de un tribunal han sido separados de su familia de origen. Nosotros seguimos trabajando con las familias de acogida que tenía el Sename a nivel regional, pero impulsando fuertemente el ingreso de nuevas familias de acogida externas, que es lo más difícil de encontrar.