En el curso de este año, publicaré mi libro de poemas “Voces del Alma”, que estoy terminando y revisando. Por las páginas de nuestro diario amigo, comparto con ustedes tres de mis poemas que integran mi libro.
Trozos de paraíso
Debemos ser rectos,
Servir sin engañar,
Decir la verdad hasta que duela.
Ser nosotros día a día,
Fuertes con el fuerte,
Débiles con el débil.
Debemos ir sonrientes,
Perdonando en otros
Nuestros pecados.
Cada instante que así vivimos,
Un trozo de paraíso ingresa en nuestra alma,
Como una gota de resplandeciente eternidad.
Y así iremos, atesorándolo gota a gota,
Hasta aquel día deseado
En que el Paraíso entero estará en nosotros…
Crepúsculo
Hay momentos
En que el alma deja el cuerpo,
Y huye, hacia ignotas dimensiones.
Regresa embebida en sensaciones,
Renovada por el contacto con el arcano,
Cargada de fuerzas poderosas.
Como el hijo pródigo,
Retorna nostálgica, arrepentida,
Al encuentro con su carne.
Vuelve con humildad,
Del palacio, a la choza,
De la eternidad, al momento.
Cuernos
El mundo tiene cuernos,
Como un demonio más.
Cuernos dorados (¿ o acaso rojos,
hediendo a sangre?).
Son cuernos maliciosos
Que se lucen con descaro
A la luz del sol que se hunde
Tras el océano de dudas y temores.
Son cuernos que aparecen
Como el estigma impalpable
En el carácter desconocido
De cada corazón humano.
Se adivinan tanto en
Los ojos de las doncellas inocentes,
Cuanto en los pintados e insolentes
De las meretrices impetuosas y rapaces.
Son el sello majestuoso
De los sátiros que aúllan en la selva,
Ante la luna de tierna carne suave
Que se mece en el cielo tan cercano.