Una historia que ha conmovido a trabajadores y usuarios del Terminal Rodoviario de Rancagua ocurrió en los últimos días, luego de que Kira, una perrita que vagaba por el sector, fuera acogida y adoptada por el equipo de seguridad del recinto.
Los guardias la encontraron al inicio de su turno, buscando comida y mostrando claros signos de abandono. De inmediato le ofrecieron agua, alimento y contención. Posteriormente, gestionaron apoyo con el equipo municipal para que la perrita recibiera atención y cuidados veterinarios.
El rápido apego que generó entre los funcionarios motivó que decidieran adoptarla formalmente, integrándola al día a día del terminal. Ahora, Kira tendrá un espacio seguro, compañía constante y personas que se harán cargo de su bienestar.







