La Universidad de O’Higgins (UOH) vivió una jornada de tensión luego de que un grupo de estudiantes denunciara haber sido víctimas de “encierros y actos de represión” durante una movilización que —según los dirigentes— se desarrolló de manera “completamente pacífica”. Desde la institución, en cambio, se condenó el actuar del movimiento, acusando que funcionarios fueron desalojados de sus puestos de trabajo “en contra de su voluntad”.
Los hechos ocurrieron durante la tarde del lunes, cuando el movimiento estudiantil —en el marco de un paro que ya se extiende por varias semanas— ocupó temporalmente el cuarto piso del edificio B, donde funcionan oficinas administrativas y académicas. De acuerdo con el presidente de la Federación de Estudiantes, Benjamín Arenas, la acción buscaba visibilizar las demandas pendientes en la mesa de negociación, pero terminó provocando una reacción “represiva” por parte de las autoridades universitarias.
“Fue una movilización absolutamente pacífica. Desalojamos el cuarto piso, pero los guardias comenzaron a cerrar puertas y bloquear ascensores, dejando encerrados a funcionarios, profesoras y personal de aseo. Eso es un acto ilegal y represivo”, denunció Arenas.
El dirigente aseguró que tanto estudiantes como trabajadores quedaron retenidos en distintos sectores del campus. “Tuvimos compañeras encerradas en el casino y funcionarios sin poder salir del edificio A. Fuimos nosotros quienes les ayudamos a evacuar. Incluso al personal de aseo se le obligó a quedarse hasta las cuatro y media a cumplir horario. Eso vulnera sus derechos y los nuestros”, sostuvo.
Arenas agregó que el movimiento “logró descolocar a las autoridades”, quienes —según él— reaccionaron “con miedo y cierre de accesos” frente a una protesta pacífica. “No hubo toma ni intención de toma. Ellos se asustaron y comenzaron a amedrentarnos, como si fuéramos una amenaza”, afirmó.
Asimismo, denunció que la administración envió un correo interno advirtiendo a los funcionarios que resguardaran su seguridad física ante un supuesto riesgo de agresión. “Eso es una campaña del miedo. Los funcionarios están con nosotros, aunque no puedan decirlo públicamente por temor a sanciones”, señaló el dirigente, destacando que el movimiento cuenta con apoyo de parte del cuerpo académico y asociaciones de funcionarios.
El vocero también criticó la falta de presencia de la rectora Fernanda Kri, a quien acusó de “aislarse” en medio del conflicto. “Ella no ha dado la cara. Está sola, mientras nosotros seguimos firmes, movilizados y pacíficos”, expresó.
Desde la Universidad de O’Higgins, en tanto, se emitió un comunicado oficial en el que se condena el desalojo de funcionarios y se reafirma el compromiso con el diálogo.
“Esta forma de manifestarse no es aceptable cuando la mesa de negociación sigue abierta y en búsqueda de soluciones al petitorio”, señaló el texto institucional.
El comunicado añade que la mesa de trabajo ha avanzado en siete de los nueve puntos planteados por los estudiantes, relacionados con seguridad, infraestructura y bienestar. Además, informa que la Resolución 752/2025 dejó sin efecto los costos de titulación durante el presente año, uno de los temas más discutidos, y precisa que aún no se ha recibido respuesta formal de la asamblea estudiantil a las propuestas presentadas el 9 de octubre.
Respecto a la exigencia de participación directa de la rectora, la universidad aclaró que existe un acuerdo previo con la Federación que define una mesa de trabajo operativa “sin necesidad de su presencia permanente”.
Por su parte, el director jurídico de la UOH, Carlos Yáñez, desmintió las acusaciones estudiantiles y calificó los hechos como “una distorsión de la realidad”.
“Un grupo reducido de estudiantes hizo salir a funcionarios de sus puestos, en algunos casos mediante intimidación. Hubo manifestaciones agresivas en el piso de rectoría y presencia de encapuchados. Por seguridad, se cerraron los accesos al ingreso, pero nunca las salidas. Se habilitó un punto seguro para permitir la evacuación ordenada del campus”, explicó.