El Terminal Rodoviario de Rancagua —el “Rodo”— volvió al centro del debate. Denuncias de locatarios y gremios del transporte rural advierten deterioro de infraestructura, filtraciones, falencias de seguridad y arriendos considerados excesivos. Según los dirigentes, por el lugar transitan a diario más de 10 mil personas de comunas como Coya, Codegua, San Fernando, Mostazal y Rengo. Para visibilizar el malestar, la Asociación de Locatarios ha impulsado acciones públicas para exigir que el municipio recupere la administración.
Un acuerdo aún en suspenso
En julio, autoridades y gremios informaron acuerdo para poner fin a la concesión y traspasar la gestión al municipio. No hay claridad sobre plazos ni condiciones.
“El rodoviario no puede seguir siendo símbolo de abandono; se requiere un cronograma claro y transparente”, señalaron dirigentes consultados.
La propuesta de Orueta
Para Emiliano Orueta — Ex concejal, ex CORE y ex Director Regional de Sercotec y Corfo y hoy candidato a diputado por el distrito la realidad es clara— el caso del Rodo es “una prueba de gestión pública”.
“No basta con terminar una concesión. Hay que modernizar el terminal, garantizar seguridad a pasajeros, dignidad a locatarios, y transformarlo en la puerta de entrada de los sectores rurales y una puerta turística a Rancagua. Es hora de pasar de la indignación a la acción”, afirmó.
El candidato subraya el carácter regional del recinto: “Aquí confluyen vecinos de al menos seis comunas. Se necesita un proyecto con mirada distrital, que conecte el transporte rural con la modernidad que O’Higgins merece”.
Qué propone
Infraestructura y servicios básicos: reparación integral de cubiertas y pisos; iluminación y accesibilidad universal; baños seguros y limpios; señalética actualizada.
Seguridad y gestión del entorno: coordinación con Carabineros, cámaras en puntos críticos, control de comercio ilegal y mejor gestión de flujos peatonales.
Gobernanza y contratos: revisión de tarifas y arriendos, reglas claras y auditoría de cumplimiento para concesionario y locatarios.
Integración urbana y turística: vincular el terminal con rutas patrimoniales, oferta gastronómica y eventos de la capital regional; vitrinas para emprendedores de O’Higgins.
Fiscalización y participación: mesa técnica con gremios, locatarios y usuarios, canales de denuncia y seguimiento público de metas y plazos.
Una decisión de futuro
El destino del Rodoviario se instaló como tema político y social en la capital regional. Lo que ocurra —si hay traspaso al municipio y bajo qué condiciones— será una señal sobre cómo se ordena la relación público–privada y la calidad de vida urbana en O’Higgins.
