NOTA ESCRITA POR ABELARDO CAROCA
Una creciente ‘tormenta social’ se ha desatado en el Colegio Marista de San Fernando. Todo comenzó con las denuncias de tres madres que alzaron la voz, cuestionando los protocolos internos de Convivencia Escolar. Tras la publicación de sus testimonios, una avalancha de mensajes se multiplicó, todos con un denominador común: el colegio no escucha ni atiende a los padres y apoderados.
Existe una percepción generalizada entre padres y apoderados de sentirse aislados. Describen una antigua táctica de «dividir para controlar», donde aquellos que presentan problemas son rápidamente catalogados como «conflictivos». Sin embargo, denuncian que el departamento encargado no atiende sus requerimientos ni ofrece soluciones. Cuando los apoderados intentan escalar sus preocupaciones a instancias superiores, la puerta se mantiene hermética. Muchos se ven, literalmente, obligados a cambiar a sus hijos de establecimiento, a pesar del arraigo que estos tienen en el colegio.
La investigación de este medio se originó a partir de las denuncias de los padres, buscando obtener una respuesta oficial por parte del colegio. Sin embargo, lamentablemente, dicha información nunca fue proporcionada.
Un apoderado nos remitió un comunicado interno, firmado por el Consejo Directivo del Colegio Marista de San Fernando. En él, se interpreta erróneamente que este medio cuestiona los protocolos de Convivencia Escolar. Es crucial aclarar que son los propios padres quienes han expresado sus reservas e incluso han recurrido a la Ilustrísima Corte de Apelaciones, interponiendo Recursos de Amparo en su búsqueda de justicia, como consta en el sitio web del Poder Judicial. Nuestro rol, como medio de comunicación, se limita a ser portavoces de estas denuncias.

Otro punto abordado en el comunicado señala la supuesta no exposición pública de los niños. No obstante, el comunicado omite mencionar que las sanciones impuestas por el colegio afectan directamente a los alumnos. Fueron los propios padres quienes compartieron con este medio diagnósticos y tratamientos proporcionados por diversos profesionales médicos a las estudiantes afectadas.
«No nos escuchan»: Relatos de temor y represalias
Tras la publicación de «Injusticia en la Convivencia Escolar», un gran número de padres y ex apoderados se han puesto en contacto con nuestro medio para aportar nuevos detalles sobre la situación. Un denominador común en sus testimonios es el temor a denunciar formalmente, ante el riesgo de represalias contra sus hijos.
Sin embargo, algunos padres han decidido hacer valer sus derechos. Tal es el caso de un apoderado que relata haber sido marginado del proceso educativo de su hijo de manera extrema, llegando incluso a ser expulsado del establecimiento con la intervención de Carabineros. Este padre explicó que fue el primero en recurrir a la Superintendencia de Educación tras más de un año de infructuosos intentos por obtener una audiencia con el rector. Sorprendentemente, en menos de 24 horas después de presentar su denuncia ante el organismo regulador de la educación en Chile, recibió una notificación: «mañana lo atenderá el rector».
El apoderado, quien también fue ex alumno del colegio, afirma categóricamente que el establecimiento aplica «medidas de agotamiento» para disuadir a los padres de asistir y lograr que desistan de sus reclamos. Con la documentación que posee, el apoderado evalúa emprender acciones legales contra el colegio.
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Dado el alto interés que este tema ha generado en nuestros lectores y con el objetivo de brindar orientación, adjuntamos la página web de la Superintendencia de Educación.
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