Una verdadera fiesta de fe se vivió el 3 de mayo en la ciudad de Santa Cruz con la realización del Jubileo de los Catequistas, encuentro que congregó a cerca de 800 agentes pastorales de toda la diócesis de Rancagua.
La jornada comenzó en las dependencias del Instituto Regional Federico Errázuriz (IRFE), donde los catequistas se reunieron por decanatos, identificados con vivos colores: rojo, naranjo, amarillo, verde, blanco y celeste. En el patio se realizaron dinámicas animadas por cantos, música, además de momentos de oración, todo en un espíritu de convivencia que reflejó el entusiasmo y compromiso de quienes transmiten la fe. Desde allí emprendieron una peregrinación hacia la parroquia La Santa Cruz, en el marco del Jubileo.
El momento central del día fue la celebración de la misa jubilar, presidida por el obispo de Rancagua, quien estuvo acompañado por parte del clero diocesano. En su homilía, el obispo destacó el rol fundamental de los catequistas en la transmisión del Evangelio y los animó a continuar su misión con renovada esperanza y alegría.
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