El dueño del bar Hopfen, ubicado en el centro de Rancagua, entregó una declaración pública luego de que el municipio decretara la clausura del local por no contar con la patente vigente para la venta de bebidas alcohólicas y tras una balacera ocurrida en las cercanías.
En el comunicado, se detalla que la balacera no tuvo lugar dentro ni en las inmediaciones del establecimiento, sino en la vía pública y frente a otro local del sector. Desde la administración del bar señalaron que el hecho fue ajeno a su funcionamiento y que no involucró a sus clientes ni a su personal.
Respecto de la fiscalización realizada la semana pasada, el propietario confirmó que fue cursada una multa por no tener la patente de alcoholes al día. No obstante, precisó que la renovación del documento se encuentra actualmente en trámite conforme a los procedimientos establecidos por ley.
Durante ese operativo, indicó, se habría intentado clausurar el local y decomisar bebidas alcohólicas. Sin embargo, el procedimiento no se concretó, ya que según el comunicado, Carabineros solicitó contar con los instrumentos legales correspondientes, como una orden judicial o un decreto formal de clausura.
Posteriormente, representantes del bar acudieron a la Municipalidad de Rancagua para solicitar copia del decreto, recibiendo como respuesta que este aún no había sido emitido al momento de la fiscalización.
Desde la administración del establecimiento también informaron que han enfrentado diversas fiscalizaciones durante los últimos seis meses y que han presentado antecedentes técnicos y jurídicos ante organismos como la Municipalidad, la SEREMI de Vivienda y la Superintendencia del Medio Ambiente, con el objetivo de acreditar el cumplimiento de las normativas urbanas, sanitarias y acústicas.
Asimismo, se indicó que algunos antecedentes fueron puestos en conocimiento de autoridades sectoriales para su eventual revisión por parte de los organismos correspondientes.
Hasta ahora, el municipio no ha entregado una nueva declaración pública sobre la situación.