Investigadores japoneses han comenzado ensayos clínicos con un fármaco innovador que podría permitir la regeneración de dientes en humanos. El tratamiento se basa en la inhibición del gen USAG-1 mediante anticuerpos, lo que activa brotes dentales inactivos y promueve el crecimiento de una tercera generación de dientes.
Esta técnica ha sido probada con éxito en ratones y hurones sin efectos secundarios, lo que ha llevado a su aplicación en humanos en el Hospital Universitario de Kioto.
Un avance clave en la odontología
Investigadores han descubierto que la inhibición del gen USAG-1 permite activar la proteína morfogenética ósea (BMP), clave en el desarrollo dental. Estudios previos mostraron que su deficiencia genera dientes supernumerarios, lo que llevó a probar este mecanismo para regenerar piezas dentales.
En 2023, un estudio en Science demostró el éxito del tratamiento en animales, y en octubre de 2024 se iniciaron ensayos clínicos en el Hospital Universitario de Kioto con adultos que han perdido dientes. El objetivo es comprobar si los dientes regenerados son funcionales y estéticos, lo que podría revolucionar la odontología como alternativa a implantes y prótesis.
Katsu Takahashi, jefe de odontología del Hospital Kitano y uno de los líderes del proyecto, enfatizó: “Queremos hacer algo para ayudar a quienes sufren pérdida o ausencia de dientes”.
El estudio se centra en adultos con piezas dentales faltantes, con el objetivo de evaluar la funcionalidad y estética de los nuevos dientes. Si los resultados son positivos, el tratamiento beneficiará primero a niños con anodoncia, una rara afección genética que impide el desarrollo natural de dientes y afecta su alimentación.
A largo plazo, esta tecnología podría revolucionar la odontología, ofreciendo una alternativa a implantes y prótesis. Se espera que, si todo avanza según lo planeado, los dientes de tercera generación puedan estar disponibles para el año 2030, marcando un hito en la medicina regenerativa.