Durante una charla dedicada a analizar las perspectivas macroeconómicas del año en curso, el especialista abordó los desafíos de inversión y las proyecciones para el 2025, a nivel nacional y regional con un enfoque especial en el desarrollo del sector de la construcción.
Al desglosar las cifras a nivel nacional indicó que la inversión total en construcción caería 0,7% anual en 2024 y crecería 4,5% anual en 2025 por la baja base de comparación y la inversión en infraestructura productiva privada esperada para el próximo año.
En la región de O’Higgins el PIB ha evidenciado un menor dinamismo en lo que va del año. El componente resto de bienes, que incluye la actividad de la construcción, ha mostrado una menor variación en su evolución hacia el segundo trimestre de 2024. Por otra parte, el consumo de bienes durables exhibe una lenta recuperación, luego del fuerte ajuste a la baja en 2023, en línea con el lento dinamismo de la inversión agregada en la región.
El PIB de la región presenta una alta relación con el PIB de la economía. Por lo que, de continuar este patrón de comportamiento, se estima que el crecimiento económico de la región debiese tender a su media histórica en torno a 1,7% anual en el mediano plazo.
OTRAS CIFRAS REGIONALES
EMPLEO
El empleo sectorial representa cerca de un 8% del empleo regional, y en los últimos meses ha registrado niveles por sobre lo observado prepandemia. No obstante, en lo más reciente se observa un retroceso de los ocupados en construcción de O’Higgins (-5,6%), explicado principalmente por la menor participación de trabajadores por cuenta propia.
INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURA PÚBLICA
Respecto de la ejecución MOP, la región de O’Higgins exhibió un avance de casi 58% del presupuesto decretado a septiembre, exhibiendo un fuerte aumento en el gasto respecto a la misma fecha del año anterior.
INVERSIÓN EN VIVIENDA PÚBLICA
Respecto del desarrollo de la vivienda subsidiada, el presupuesto de la región para el próximo año verá un aumento del 11% en comparación con 2024. Esto se explica por un aumento significativo al presupuesto del programa que busca proveer de una vivienda a sectores vulnerables (D.S. 49).
A octubre de 2024, el Plan de Emergencia Habitacional en la región mostró un avance de 57%, lo que implica que la construcción de vivienda social va a un ritmo de ejecución más lento de lo esperado para lograr la meta en marzo de 2026. Para este año, el número de unidades en etapas avanzadas de construcción permite estimar se podrían finalizar en torno a 3.400 nuevas viviendas, de las cuales la mayoría están asociadas al D.S. 19.
Guillermo Carbacho, presidente regional, resalta la preocupación del sector por expectativas en la baja de la empleabilidad de corto y mediano plazo. Agradece la exposición, la participación de los asistentes y la relevancia de mantenernos informados de los indicadores macroeconómicos del país y de nuestra región.