El histórico Molino Koke, un ícono de Rancagua y sede del mural más grande de Chile, será subastado a través de la plataforma Tattersall con un precio base de 35.000 UF, equivalente a más de $1.334 millones. La venta incluye más de 21 hectáreas, con una construcción de 5.000 metros cuadrados, y ha encendido el debate sobre la preservación del patrimonio cultural y ambiental de la ciudad.
Vecinos exigen medidas para proteger su legado
A solo un día del remate, los vecinos del sector, junto con el Colectivo Ambiental Parque Koke, publicaron un manifiesto solicitando que las autoridades actúen para preservar este espacio. El documento enfatiza el valor histórico de los terrenos, que incluyen un parquecillo con especies longevas que actúan como un importante pulmón verde para el sector poniente de Rancagua, los icónicos silos y las antiguas instalaciones del molino, y alerta sobre los riesgos de su eventual transformación inmobiliaria.
“La demolición o transformación de este espacio implicaría borrar una parte fundamental de la memoria histórica, arquitectónica y cultural de Rancagua. La destrucción y/o tala del parquecillo afectaría gravemente la calidad ambiental de la ciudad, mermando un espacio verde crucial en un contexto urbano ya saturado. Un eventual desarrollo inmobiliario agravaría la presión sobre las avenidas circundantes, el ya sobrecargado Parque Koke (principal pulmón verde de Rancagua), afectando gravemente la calidad de vida de los habitantes del sector”.
Cabildo ciudadano y demandas concretas
El pasado 4 de diciembre, un cabildo abierto reunió a la comunidad para debatir sobre el futuro del Molino Koke. Los asistentes coincidieron en la necesidad de proteger el lugar, no solo por su valor histórico, sino también como espacio cultural y ambiental para las generaciones futuras.
En el manifiesto, las organizaciones señalaron:
“Exigimos que las autoridades locales y regionales gestionen la declaración de este espacio como bien patrimonial protegido a través del Plan Regulador Comunal. Que se abra un proceso de participación ciudadana para decidir el destino del lugar, priorizando usos culturales, educativos y ambientales que beneficien a toda la comunidad de Rancagua”.
Asimismo, hicieron un llamado a la ciudadanía:
“Invitamos a la ciudadanía, organizaciones sociales, académicas y culturales, así como a los medios de comunicación, a sumarse a esta causa común. Es nuestra responsabilidad colectiva salvaguardar el patrimonio que da identidad y sentido a nuestra ciudad”.
En la misma línea, señalaron que “el Molino Koke no solo es un conjunto de edificios y terrenos; es parte viva de la historia de Rancagua. No permitamos que sea reducido a un negocio inmobiliario más. ¡Defendamos nuestro patrimonio!”, concluye el manifiesto.
REVISA EL MANIFIESTO COMPLETO A CONTINUACIÓN:
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