Un reciente estudio del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren) y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) ha revelado que la Región de O’Higgins aumentó su superficie frutícola en un 5,1%, equivalente a cerca de 4 mil hectáreas.
Este catastro, que forma parte de un análisis nacional del sector frutícola, evaluó a más de 9 mil productores en la región, con el objetivo de actualizar datos sobre la superficie y las especies cultivadas en las principales zonas agrícolas del país.
El estudio, que también abarcó las regiones de Coquimbo y Atacama, mostró realidades dispares. En Coquimbo, la superficie frutícola cayó un 17,3% debido, en gran medida, a la crisis hídrica que afecta a la zona. Atacama también experimentó una disminución, con una baja del 8,3% en su superficie plantada. En contraste, O’Higgins registró un crecimiento (5,1%), destacando la demanda de cerezas, cuya superficie plantada se ha incrementado debido al mercado favorable para esta fruta.
Cristian Silva Rosales, seremi de Agricultura de O’Higgins, valoró los resultados obtenidos, resaltando que «además de los datos en cantidad de hectáreas, nos ha permitido conocer cuáles son las principales especies frutales producidas en el territorio. Toda esta información nos permite desarrollar más y mejor la fruticultura en la región».
Por su parte, desde Ciren señalaron que este aumento refleja las tendencias del mercado, así como el impacto de la sequía en otras zonas, donde la falta de agua ha provocado reducciones en cultivos de cítricos y paltas.
Este tipo de estudios, financiados y supervisados por Odepa, son fundamentales para el sector frutícola, ya que ofrecen datos precisos que facilitan la toma de decisiones a nivel productivo y en la formulación de políticas.