La Segunda División Profesional vive días de alta tensión. Tras semanas de denuncias contra la ANFP por falta de apoyo, los clubes de la categoría han endurecido su postura, anunciando que no participarán en la temporada 2025 si sus demandas no son atendidas. La medida, calificada como extrema, responde a lo que considera un abandono total de la dirigencia del fútbol chileno.
En un comunicado firmado por 11 instituciones, entre ellas Deportes Rengo y General Velásquez, los clubes expresaron su frustración ante la falta de respuesta oficial por parte de la ANFP desde que emitieron su primera declaración a inicios de noviembre. “Este silencio refleja una preocupante falta de interés hacia una categoría que da sustento a millas de familias”, señaló. Además, criticaron el adelanto de la Copa Chile para enero, que consideran una decisión inconsulta que aumentará los costos operativos en un contexto económico y precario.
Los dirigentes también denunciaron una exclusión reiterada en la planificación de la ANFP. Según el comunicado, las bases de los torneos son discutidas únicamente con los clubes de Primera División y Primera B, dejando a la Segunda División al margen. “Esta práctica discriminatoria contradice los valores de respeto e inclusión que proclama la ANFP”, afirmaron.
Si no se llega a un acuerdo, la paralización de la categoría afectará a más de 350 jugadores y decenas de cuerpos técnicos, con graves consecuencias para las comunidades locales. “Esta es una medida drástica, pero necesaria. La indiferencia hacia nuestra división amenaza la sustentabilidad del fútbol chileno. Es hora de que la ANFP actúe con justicia y equidad”, sentenciaron los clubes. La crisis parece estar lejos de resolverse, y el futuro del fútbol profesional chileno queda en vilo.