"Tanto la decisión de cancha como de cabina son erradas, porque lo que correspondía era una tarjeta roja debido a que la infracción pone en peligro la integridad física del adversario”, señalaron en el análisis.
El lugar pertenece a la Asociación de Fútbol de Rosario, entidad que, tras diversas gestiones, facilitó el recinto en comodato para que allí pueda funcionar la rama formativa del club.