Debido a los trabajos de remodelación que atravesará el Estadio El Teniente en preparación para el Mundial Sub-20, O’Higgins busca un recinto en el que pueda ser local pensando en el comienzo del próximo año, cuyo arranque estaría programado para la segunda semana de febrero.
De momento, el presidente del club, Pablo Hoffmann; y el gerente general, Ricardo Boudon, han visitado los estadios Jorge Silva Valenzuela de San Fernando y el Guillermo Guzmán Díaz de Rengo, donde la capital colchagüina corre con mayor ventaja, eso sí, aún les resta ir al Augusto Rodríguez de San Vicente.
Así lo afirmó Boudon, quien en conversaciones con El Tipógrafo, detalló el proceso en el que trabajan. «La idea era poder ver estadios en la región que pudiesen cumplir con las normativas para poder jugar partidos de Primera División, no por capacidad, sino principalmente por la superficie de juego, que es lo que nos interesa más, que logren asimilarse un poquito a las canchas del Monasterio Celeste».
En la misma línea, el gerente general de la institución sostuvo que «nos pareció muy apropiado el estadio de San Fernando, básicamente porque cumple con varios aspectos de infraestructura (…) Consultando en la Delegación nos dijeron que se autorizaban un máximo de 6.000 personas, que es muy cercano a lo que nosotros llevamos en promedio de público local».
Ahora bien, para aquellos encuentros de alta convocatoria, deberán sí o sí moverse fuera de la región y una de las opciones es La Florida.
¿Cuándo O’Higgins podría volver a El Teniente?
Desde O’Higgins esperan presentar una propuesta de tres estadios a fines de noviembre, entendiendo que el trabajo destinado en el césped del recinto rancagüino es lo que tomará mayor tiempo.
«En la cancha se llevará a cabo un proceso que incluye quemar el césped con líquidos específicos. La maleza y el pasto existente deberán ser retirados, luego se rellenará nuevamente con arena y se realizará una micro-nivelación láser para garantizar una superficie al 100%. Posteriormente, se procederá a la siembra (…) Un césped recién sembrado requiere entre 4 y 5 meses desde su germinación para estar en condiciones de uso. Si logramos la germinación en diciembre, podríamos comenzar a utilizarlo entre abril y mayo aproximadamente», expresó Boudon.