Hasta este miércoles tiene plazo el Ejecutivo para colocar indicaciones al proyecto de ley de carrera profesional docente, mientras que los parlamentarios podrán hacerlo hasta el lunes 17. Importante paso antes de que continúe la discusión legislativa, luego de un paro que superó los 50 días.
Un debate que ha sido complejo para las autoridades de gobierno, ya que la carrera profesional docente es uno de los proyectos emblemáticos de la administración Bachelet y debería ser un ancla fundamental en esta reforma a la educación.
Una iniciativa que busca que la pedagogía sea una carrera más atractiva en materia de remuneraciones para los primeros años de egreso, con el objetivo de que a ellas aspiren jóvenes con vocación y con alto rendimiento académico, y donde existan además, mayores exigencias en la obtención del título. Para que todo lo anterior se traduzca en una mejora de la calidad de la educación.
Pero además, hay un aspecto que no se puede dejar en el olvido: el aumento de las horas no lectivas. El proyecto de ley establece un alza de un 25% a un 30%, mientras que parlamentarios de posición piden que llegue al 40%. ¿Es un incremento suficiente?
Algunas tareas que los profesores deben desarrollar en las horas no lectivas (que es todo aquello que se realiza previo o posterior a una clase) son planificaciones, preparación de material, diseño de evaluaciones, revisión de pruebas, análisis de resultados, ver qué contenidos se deben repasar, preparar entrevistas y reuniones con apoderados, entre otras.
Pero nos vamos a detener en un aspecto. El proceso de preparación de clases es tan fundamental como impartirlas. Por ello, el trabajo en horas no lectivas debe ser visto y entendido como cualquier proceso previo que se realiza en otra actividad o profesión, y eso tiene que ver con valorar la tarea de un profesor.
No se puede pensar en enseñar si no existe una planificación previa, donde se elija, por ejemplo, el material adecuado, y se enfoque la clase de acuerdo a las necesidades del alumnado: no todos los estudiantes aprenden por igual o avanzan de la misma forma.
Pero esta alza en las horas no lectivas tiene que ir más allá de los simples números. Este aumento debe ir de la mano con un uso eficiente del tiempo, que además debe ser respetado por el resto de la comunidad estudiantil (directivos, apoderados) para que en la práctica estas horas no lectivas sean utilizadas de manera profesional, responsable y eficiente.