
Shop Dog quedó con prohibición de funcionamiento por graves deficiencias sanitarias que ponen en riesgo la salud de las personas y de los trabajadores.
La Seremía de Salud prohibió el funcionamiento del local de comida rápida «Shop Dog», durante el proceso de fiscalización que realizó en el centro de Rancagua, donde además, se aplicó un sumario sanitario al Telepizza que se encuentra ubicado en calle Astorga con el Paseo Independencia.
En relación a Shop Dog, la seremi de Salud, Daniela Zavando, señaló que “hemos decretado la prohibición de funcionamiento de este local debido a las graves deficiencias sanitarias que hemos encontrado que ponen en riesgo la salud de las personas y también la salud de los trabajadores”.
Entre estas, de acuerdo a la seremi, se encuentran problemas con los extintores, con la temperatura de alimentos que son de consumo inmediato y “huevos en mal estado, sucios, quebrados y que siguen siendo dados a los consumidores, eso dentro de otras deficiencias de tipo estructurales que deberán cambiar y por eso también la prohibición de funcionamiento porque es necesario cerrar este local para que puedan corregirse este tipo de deficiencias”.

Entre las deficiencias sanitarias encontradas por los fiscalizadores se encuentran los problemas con las temperaturas de los alimentos.
Es por eso que la autoridad sanitaria determinó el decomiso de “todos los alimentos que estaban en condiciones no adecuadas en cuanto a temperatura, estos están siendo desnaturalizados y también botados a la basura”.
De acuerdo al jefe de la Oficina de Acción Sanitaria de Rancagua, Luis Yávar, “las deficiencias de los trabajadores tienen que ver con los servicios higiénicos, de casilleros, con un tema de duchas que son necesarias. Recordemos que estas condiciones ambientales y sanitarias no sólo protegen al trabajador sino que la inocuidad de los alimentos”.
Además, el equipo de fiscalizadores revisó las condiciones del local de Telepizza, recinto al que se le realizó un sumario, principalmente, por problemas con las temperaturas de los alimentos.
Según explicó Yávar, “entendemos que los alimentos refrigerados debieran mantenerse entre 0 y 6 grados Celsius, lo que buscamos con esto es asegurarnos que cuando consuman estos alimentos no se transforme en una enfermedad para ellos”.
Ahora, ambos recintos deberán subsanar las deficiencias para volver a funcionar, mientras tanto continúan las fiscalizaciones, las que en materia de alimentación alcanzan a mil 778 en la región.