El pasado 14 de octubre, la Primera Sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP anunció la sanción de 30 puntos a San Antonio Unido, decisión que prácticamente sella el descenso del cuadro de la Región de Valparaíso desde la Segunda División del fútbol chileno.
La drástica medida responde a reiterados incumplimientos financieros por parte de la institución, que en julio se declaró en quiebra. El club no habría cumplido con obligaciones laborales y previsionales con su plantel, motivo que ya le había costado sanciones anteriores por no pagar los sueldos de junio y por retrasos en abril.
Con esta resolución, uno de los clubes que podría verse favorecido indirectamente es Deportes Rengo, que actualmente se ubica en el último puesto de la tabla con 17 puntos en 20 partidos. La resta a San Antonio Unido podría permitir al conjunto “oro y cielo” evitar pelear por el descenso directo.
Ante el nuevo castigo, los equipos de la división emitieron un comunicado conjunto alertando que el “‘modelo SIFUP’, basado en la libertad total de edad y sin considerar la realidad económica de la categoría, nos empuja a un escenario insostenible”.
El presidente del Club Deportes Rengo S.A., Francisco José Aguirre, señaló que el club ha cumplido con todas sus obligaciones legales, pero advirtió sobre la fragilidad del sistema actual: “Este sistema nos exige obligaciones financieras muy altas, pero sin una estructura de ingresos que lo respalde en al menos 50 por ciento de los costos. Eso inevitablemente genera desequilibrios y lleva a muchos clubes a analizar, año a año, si continuar invirtiendo o no en sus equipos (…) creemos que es necesario revisar el modelo completo, buscar un equilibrio entre la protección de los jugadores y la sustentabilidad de los clubes”.
En lo deportivo, Aguirre enfatizó que el enfoque de la institución está puesto en corregir problemas y seguir impulsando el desarrollo local: “Estamos mucho más enfocados en encontrar soluciones a los problemas internos que nos preocupan y que generaron molestias en nuestra gente. Uno de los principales desafíos es lograr que el equipo pueda volver a entrenar en Rengo, pero en un espacio que esté realmente a la altura de un plantel profesional (…) nuestra idea es seguir dándole oportunidades a los más jóvenes. Este año debutaron 15 jugadores en el fútbol profesional, a quienes intentamos darles sus primeras armas para que puedan proyectarse”.