El 11 de marzo de 2024, una ceremonia en el Concejo Municipal de San Fernando sellaba una promesa de futuro. En un acto significativo, el alcalde Pablo Silva Pérez firmaba el comodato que entregaba oficialmente el antiguo colegio Francisco de Asís al CFT Estatal de O’Higgins. La intención era clara: Transformar este emblemático edificio, ubicado en el acceso a la ciudad, en la nueva sede del Centro de Formación Técnica, un proyecto que prometía ser un hito en la educación técnica superior de la región.
El rector del CFT, Octaviano Torres, recibió el comodato con entusiasmo, destacando que el lugar cumplía con todos los requisitos para convertirse en una sede moderna y funcional. Aquel día, el futuro parecía brillante, con promesas de nuevas oportunidades y desarrollo para los jóvenes de San Fernando y sus alrededores, en la respectiva ceremonia además del alcalde Pablo Silva y el rector participaron los concejales de la anterior administración Miguel González, Marta Cádiz y Laura Martínez.
Sin embargo, a más de un año de aquella firma, el optimismo ha dado paso a una profunda preocupación. Lo que se prometió como un faro de conocimiento se ha convertido en un símbolo de abandono. El lugar se encuentra en un estado deplorable, cubierto por una maleza que literalmente se ha apoderado del recinto. La propiedad, cerrada y sin actividad, contrasta dolorosamente con la vibrante comunidad educativa que se imaginó.
Mientras tanto, el CFT de O’Higgins continúa operando en su sede actual, un espacio mucho más limitado en el centro de San Fernando. Ante la inacción que ya supera el año, este medio intentó obtener una respuesta oficial. Desde el departamento de comunicaciones del CFT, no hubo una versión formal de los hechos, solo una evasiva sugerencia de buscar al rector en la sede de San Vicente de Tagua Tagua.
La inquietud también se extendió al municipio. Al consultar sobre la posibilidad de terminar el comodato ante el evidente abandono, no se recibió ninguna respuesta oficial antes del cierre de esta edición. Por su parte, el concejal Matías Álvarez señaló de forma extraoficial que «entiende que para este año se deberían iniciar los trabajos de reparación del inmueble», aunque recalcó que no son datos confirmados.
La comunidad de San Fernando y la provincia de Colchagua observa con desaliento cómo un proyecto tan vital se estanca. Seis meses después de la fecha prevista para la apertura de puertas, el sueño de una nueva y moderna sede se ahoga en la inacción. La esperanza es que las autoridades asuman la responsabilidad y finalmente materialicen este anhelado proyecto, y que este «oscuro capítulo» de abandono sea, en efecto, sea el punto de inflección de una era educativa tan brillante y transformadora como se prometió.
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