En cada elección parlamentaria, un viejo debate vuelve a instalarse en la agenda: el llamado “turismo electoral”, la práctica de levantar candidaturas en distritos donde los postulantes no tienen un vínculo real con el territorio. Una tendencia que, lejos de ser anecdótica, ha marcado con fuerza los últimos procesos y ha contribuido a que el Congreso sea una de las instituciones con menor confianza ciudadana en las últimas encuestas de opinión pública.
La Región de O’Higgins no está ajena a este fenómeno. En el Distrito 15, que agrupa a comunas urbanas como Rancagua y Machalí, junto a zonas rurales como Rengo, Coltauco o Codegua, las diferencias territoriales son evidentes y la ciudadanía exige representantes con experiencia real en la zona. La crítica recurrente hacia los “forasteros políticos” es clara: desconocen las problemáticas locales, carecen de arraigo social y terminan usando el distrito como trampolín personal.
Es en este escenario donde Emiliano Orueta Bustos, busca marcar la diferencia. Vecino de la región, inició su vida pública como concejal en Codegua a los 27 años, fue Consejero Regional por dos períodos y luego dirigió Sercotec y Corfo en O’Higgins durante los gobiernos del Presidente Sebastián Piñera. Su trayectoria combina conocimiento territorial, gestión en políticas públicas y un vínculo directo con el mundo del emprendimiento y la agricultura, sectores claves en su desarrollo.
Hoy, junto a la candidata presidencial Evelyn Matthei, Orueta impulsa una agenda legislativa que apunta a devolver la confianza en la política desde lo local.
En un ambiente político marcado por el escepticismo hacia los candidatos que aterrizan sin historia en el territorio, la narrativa de “experiencia y territorio” que levanta Emiliano Orueta se convierte en su mayor fortaleza electoral. Frente al desgaste del Congreso y la crítica ciudadana hacia el turismo electoral, su candidatura aparece como la carta para disputar con legitimidad un escaño en el Distrito 15.
