Por Alejandro León
Bastantes comentarios ha generado la publicación del último Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central de Chile (BC) el pasado 10 de septiembre. El ente emisor mantuvo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,75% y ajustó al alza su proyección de crecimiento económico para 2025, proyectando un alza de entre 2,25% y 2,75%.
El informe consigna que la inflación anual se mantendrá en torno al 4%, para converger en la meta del 3% recién en el tercer trimestre del próximo año. Esto significa que para las familias «en promedio, los precios de los bienes y servicios que componen esta canasta crecen un 4%» en un año, según Franco Antonucci, académico y miembro del Observatorio Laboral de la Universidad de O’Higgins.
El IPoM generó declaraciones cruzadas al sugerir al alza del salario mínimo y la ley de 40 horas como factores del encarecimiento del empleo. El informe cita un estudio que muestra cómo «los salarios de las empresas que tienen una mayor proporción de trabajadores afectos al salario mínimo incrementaron un 4,8% más… Y, al mismo tiempo, el empleo de dichas empresas cayó un 5,6%», añade el académico.
Desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, argumentó que el estancamiento del empleo responde a factores cíclicos, y no a las reformas laborales, como sugiere el BC. A pesar de esto, desde el gobierno se ha destacado el crecimiento económico proyectado por el ente emisor y han remarcado que su autonomía e independencia no están bajo cuestionamiento.
Antonucci advirtió que, aunque estos cambios afectan el empleo, «hay que tener cautela con querer concluir que alzas de salario mínimo siempre conllevan a disminuciones en empleo, porque depende mucho del contexto coyuntural macroeconómico».
Para el analista, el ajuste al alza del crecimiento se debe a la aceleración de la inversión, que podría llevar a un aumento del empleo y del consumo. Además, alertó sobre la informalidad laboral, la cual, en la región de O’Higgins, ha superado el promedio nacional, con tasas de hasta 62% en la población en edad de jubilar.
En perspectiva, el Banco Central cree que la economía chilena crecerá un poco más de lo que se había calculado anteriormente, proyectando un crecimiento del PIB entre 2,25% y 2,75% para 2025, pero mantiene la advertencia de que la inflación no volverá al 3% antes de mediados de 2026, obligando a empresas, hogares y autoridades a planificar en un escenario de precios altos y política monetaria restrictiva por más tiempo.