Este año, la conmemoración se viste de luto. Los recientes accidentes fatales han enlutado nuestros corazones y dejado un vacío irreparable en nuestras faenas, en nuestros hogares y en nuestras almas. La pérdida de compañeros y amigos nos recuerda que, más allá de los números y las metas, lo más valioso que tenemos es la vida.
A las familias de quienes partieron, les extendemos nuestras más sinceras condolencias y nuestro compromiso de apoyo incondicional. No están solos: como familia minera, nos mantenemos unidos en el dolor y en la esperanza. En estos momentos difíciles, la solidaridad y el cuidado mutuo son nuestra mayor fortaleza.



La tragedia nos deja enseñanzas profundas. Cada accidente es un llamado a no bajar la guardia, a reforzar las medidas de seguridad y a trabajar incansablemente para que cada trabajador regrese a casa sano y salvo.
Hoy, más que nunca, reafirmamos nuestro compromiso de seguir construyendo una minería segura, humana y responsable. Una minería que sea fuente de progreso, pero también de bienestar y orgullo para quienes la hacen posible.
En memoria de quienes nos dejaron, trabajemos juntos para que su recuerdo se transforme en un motor de cambio, en un impulso para cuidar a cada miembro de esta gran familia minera. Que su legado sea una minería con más corazón, más seguridad y más vida.
Atte. Tiare Sanchez Varas; Jefa de Seguridad Empresa Servicios Eléctricos TyM.


