Cada año, el Día Mundial del Medio Ambiente impulsa la reflexión y el compromiso con el planeta. En 2025, la conmemoración, que tiene como sede Costa de Marfil, desarrolla como tema central la reducción de plásticos, una crisis que amenaza ecosistemas, economías y la salud humana.
La contaminación por plásticos ha alcanzado niveles alarmantes, con residuos que invaden océanos, ríos y suelos. Los expertos alertan sobre la urgencia de reducir la producción y el consumo de estos materiales, apostando por alternativas sostenibles y políticas firmes que regulen su uso.
En nuestro país se aprecia este tipo de contaminación en nuestros cauces naturales y ríos y también en el borde costero. Y es un mal cada vez más creciente. Además, Chile enfrenta un reto crucial en la reducción de su huella de carbono. Con una geografía privilegiada que alberga una biodiversidad única, es fundamental reforzar las estrategias de conservación y restauración. La transición hacia energías limpias y el impulso de políticas ambientales más estrictas son clave para mitigar el impacto climático y promover un desarrollo sostenible. La conciencia ciudadana y el compromiso de las empresas pueden marcar la diferencia en la protección del entorno natural.
Más allá de la reducción de plásticos, la restauración ecológica se posiciona como un eje crucial en la lucha contra el cambio climático. La biodiversidad, presente en todos los rincones del planeta, es clave para el equilibrio de los ecosistemas y el bienestar humano. Los gobiernos y los distintos actores de la sociedad deben integrar la naturaleza en sus estrategias, promoviendo soluciones que garanticen el desarrollo sostenible.
Desde hace más de 30 años, distintas organizaciones trabajan en la conservación y recuperación de ecosistemas, colaborando con el sector empresarial para fortalecer el compromiso ambiental. “Restaurar la naturaleza no solo es una responsabilidad, sino también una oportunidad de innovación y liderazgo en sostenibilidad”, señalan los expertos.
En un mundo en constante cambio, el Día Mundial del Medio Ambiente es un recordatorio de que estamos en un punto de inflexión: podemos detener la destrucción del entorno y activar su recuperación. La reducción de plásticos y la restauración ecológica no son solo desafíos, sino caminos hacia un futuro más justo y sostenible.