Una innovadora herramienta de inteligencia artificial (IA), desarrollada por investigadores de diversos institutos médicos y universidades de China, permite predecir con alta precisión el riesgo de que una persona sufra un accidente cerebrovascular (ACV) en los próximos cinco años, usando únicamente una imagen de la retina.
La tecnología, bautizada como DeepRETStroke, fue publicada en la prestigiosa revista científica Nature y promete transformar el enfoque de la medicina preventiva frente al ACV, una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo.
La retina fue elegida como punto de partida por su estrecha relación con la salud cerebrovascular. Según los autores, el ojo constituye “una ventana única al cerebro”, ya que comparte con él características anatómicas, fisiológicas y embriológicas. Esto permitió al sistema aprender patrones asociados al riesgo de ictus a partir de 895.640 imágenes de retina, con validación posterior en más de 213.000 imágenes adicionales de pacientes de China, Singapur, Malasia, Estados Unidos, Reino Unido y Dinamarca.
Probado también en entornos clínicos reales, DeepRETStroke alcanzó una precisión del 90% en la predicción de casos incidentes de ACV (pacientes sin antecedentes previos) y del 76% en casos recurrentes. En estudios prospectivos, el uso de esta herramienta junto a intervenciones médicas personalizadas logró reducir en un 82% la ocurrencia de nuevos episodios en pacientes con antecedentes.
Actualmente, la detección del riesgo cerebrovascular se basa en factores clínicos autodeclarados o en estudios como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, que son costosos y de acceso limitado. Frente a ello, esta nueva tecnología representa una solución no invasiva, de bajo costo y de fácil implementación en centros de salud, permitiendo intervenciones preventivas incluso en personas asintomáticas.
“Este avance permite superar un obstáculo histórico en la prevención del ACV: cómo identificar de forma sencilla, rápida y precisa a quienes están en riesgo, antes de que presenten síntomas”, afirman los autores en Nature.
Aunque la herramienta no reemplaza la evaluación médica tradicional, los investigadores subrayan su enorme potencial para complementar diagnósticos y personalizar estrategias de prevención, lo que podría tener un impacto decisivo en salud pública, especialmente en regiones como América Latina, donde el ACV se encuentra entre las tres principales causas de muerte.