Una violenta riña en las inmediaciones del Colegio Marista de San Fernando ha generado gran conmoción y preocupación entre la comunidad escolar. Un estudiante de segundo medio fue presuntamente agredido por un grupo ‘manada’ de entre seis y siete alumnos de cursos superiores, provocándole graves lesiones.
El incidente, que ocurrió este lunes, ha puesto en el centro del debate la seguridad y el liderazgo de la rectoría del establecimiento, ya que los apoderados, consternados, exigen acciones más profundas y culpan a la falta de control por lo sucedido.
Cronología de los Hechos
La agresión habría tenido lugar en una plaza ubicada a unos 70 metros del colegio, alrededor de las 18:00 horas del lunes. Según los antecedentes, la disputa fue el desenlace de rencillas anteriores entre la víctima y varios estudiantes. Aunque inicialmente se pactó una pelea de uno contra uno, el estudiante fue atacado por un grupo que lo superaba en número.
La víctima, según antecedentes entregados por algunos padres, tendría conflictos previos. A pesar de esto, la brutalidad del ataque ha indignado a los padres. El joven, que quedó «casi semiinconsciente», logró llegar al colegio, donde un profesor lo asistió y notificó a la encargada de la sección media.
Posteriormente, su madre lo trasladó a un centro de salud para constatar las lesiones, que incluyen daños dentales, en un oído, contusiones en la cara y espalda
Contradicción en las denuncias y rumores
La falta de una comunicación oportuna y directa por parte del colegio avivó una ola de rumores. Entre ellos, que uno de los agresores portaba un arma hechiza o una manopla, aunque estas versiones no han sido confirmadas.
A pesar de que el colegio y la madre del agredido afirmaron haber presentado las denuncias correspondientes a Carabineros, se ha generado una contradicción. El mayor Luis Pérez, jefe de la 1ª Comisaría de San Fernando, declaró que están buscando la denuncia sobre el incidente y que, al llegar al lugar, no encontraron a los involucrados.
Reacciones de la comunidad escolar
El consejo directivo del colegio emitió un comunicado interno dos días después de la agresión, llamando a la prudencia y empatía para «contribuir a un adecuado procedimiento». Sin embargo, esta respuesta ha sido vista como tardía por muchos padres, quienes se sienten «temerosos, con miedo» y «enfadados» por lo que consideran una falta de proactividad.
Este miércoles, los apoderados de todos los niveles se reunirán para abordar el tema y exigir una respuesta contundente del establecimiento. La comunidad educativa espera que el colegio no solo active los procedimientos internos de su reglamento, sino que también garantice un ambiente seguro y prevenga futuros incidentes de esta naturaleza.