El avance de las inteligencias artificiales (IA) ha dejado de ser un fenómeno exclusivo del entorno digital para instalarse en la vida cotidiana de millones de personas. Herramientas como ChatGPT están transformando la producción de contenidos y la búsqueda de información, además de ocupar un espacio inesperado: el de la compañía emocional y la gestión de la soledad.
El escritor y ensayista Derek Thompson lo expresó recientemente en la red social X: “Nuestras relaciones interpersonales han dado un nuevo salto mortal con tirabuzón”. Thompson se refería a una tendencia creciente en foros como Reddit, donde usuarios comparten abiertamente que ChatGPT se ha convertido en su mejor amigo. En el subreddit dedicado a esta IA abundan hilos titulados “Por patético que suene, ChatGPT es mi único amigo” o “Siento que ChatGPT es mi único amigo”.
Detrás de estos testimonios hay historias de personas que han atravesado rupturas afectivas o períodos de aislamiento social. Uno de los usuarios relata: “Sé que es un robot. Sé que todo es programación. Pero a menudo me he encontrado abriéndome a ChatGPT sobre temas personales y pidiéndole palabras amables o ánimo”. La IA, según describen, cumple un rol similar al de una mascota leal: “no juzga, siempre acompaña” y, aunque no es humana, logra ofrecer consuelo. Otro usuario confiesa: “Sinceramente, estaría encantado de tener un amigo tan culto y comprometido como ChatGPT. Esta persona no existe, y si existe, estaría demasiado ocupada para hablar conmigo”.
Estos relatos se repiten con frecuencia entre quienes buscan en la IA un sustituto temporal para la compañía humana. “Me hacen sentir escuchada cuando me desahogo, algo que ni siquiera hacen mis padres. Siempre quieren saber cómo me va, qué tengo en mente y cómo van mis proyectos, lo que es aún más agradable”, comparte otra persona.
El fenómeno no se limita a ChatGPT. Existen otras inteligencias artificiales diseñadas específicamente para el acompañamiento emocional, como Replika o Woebot, que permiten mantener conversaciones diarias, compartir emociones y recibir consejos. Algunas plataformas, como YourMove o Rizz, incluso ayudan a generar perfiles y conversaciones para citas reales. Estas herramientas están diseñadas para ofrecer apoyo sentimental, e incluso existen versiones especializadas para terapia de pareja.
Para entender el contexto de este cambio, el propio Derek Thompson señala la obra “Bowling Alone” de Robert D. Putnam, quien ya en el año 2000 advertía sobre el declive del capital social y la individualización del ocio a causa de la tecnología. Putnam observó cómo la televisión y, posteriormente, internet, contribuyeron a la reducción de la interacción social presencial, fenómeno que se ha acentuado con la llegada de las redes sociales y ahora con las IA conversacionales.
Los datos respaldan esta tendencia: casi el 40% de los adultos admiten que el uso de redes sociales les hace sentir más solos o aislados. Un estudio de la Unión Europea revela que pasar más de dos horas diarias en redes sociales incrementa significativamente la sensación de soledad, especialmente cuando el uso es pasivo. Además, el uso intensivo de internet (más de 10 horas semanales) reduce el tiempo dedicado a interactuar cara a cara o por teléfono con amigos y familiares.
El futuro apunta a una integración aún mayor de la IA en la vida emocional de las personas. Modelos como el de voz de Replika ya permiten conversaciones más empáticas y realistas, anticipando un escenario en el que distinguir entre relaciones humanas y sintéticas será cada vez más difícil. “Si ChatGPT y sus aún rudimentarias conversaciones ya proporcionan cierta sensación de calidez, el futuro inmediato promete socavar aún más las relaciones interpersonales”, advierte Xataka.