Durante Semana Santa, muchas familias en Chile siguen una antigua tradición católica: no consumir carne roja, especialmente el Viernes Santo, como señal de respeto y recogimiento frente a la conmemoración de la muerte de Jesucristo. Esta práctica simbólica invita a la reflexión y ha dado origen a una gastronomía especial, rica en sabor y memoria.
En este contexto, los hogares chilenos preparan una amplia variedad de platos sin carne, donde predominan los productos del mar y las recetas vegetales. Algunos de los más típicos son:
- Caldillo de congrio
- Pastel de jaiba
- Empanadas de mariscos o queso
- Charquicán de cochayuyo o de verduras
- Porotos con riendas sin carne
- Tortilla de acelga o papas
- Cazuela de pescado
- Ceviche de reineta o de cochayuyo
- Humitas o pastel de choclo sin pino
También hay quienes optan por alternativas completamente vegetarianas o veganas, como lasañas de verduras, guisos de legumbres y ensaladas abundantes con granos como el quínoa o arroz.
Además, en muchas ciudades y caletas del país, las ferias y pescaderías se llenan de productos frescos del mar, lo que permite mantener vivas las tradiciones culinarias locales en torno a esta fecha.