Cada 8 de abril se celebra el Día Mundial de la Empanada, un homenaje a uno de los platos más populares no solo en Chile, sino en toda América Latina. Las empanadas tienen una historia que se remonta al año 1520 en España, aunque también hay registros de preparaciones similares en la antigua Persia. A nuestro continente llegaron con la colonización europea y, en Chile, rápidamente se adaptaron con un toque local.
Aquí, los mapuches ya preparaban un relleno llamado “Pirru”, hecho de carne, cebolla y especias, lo que hoy conocemos como el tradicional “pino”.
Aunque cada país latinoamericano tiene su propia versión, en Chile nos hemos convertido en verdaderos expertos, creando una variedad que satisface todos los gustos:
- Empanada de pino: La más clásica, especialmente en Fiestas Patrias. Lleva carne, cebolla, huevo duro, aceituna y, en algunos casos, pasas.
- Empanada de queso: Simple y deliciosa. Ideal para comer calentita, recién frita o al horno.
- Camarón queso: Una opción más sabrosa y consistente, con mariscos incluidos.
- Queso ciboulette: El clásico queso derretido, pero con un toque de sabor extra gracias al ciboulette.
- Napolitana: Inspirada en la pizza, lleva queso, jamón, tomate, pimentón, orégano y aceituna.
- Verduras: Populares en fondas vegetarianas, estas empanadas no contienen productos animales.
- Mariscos: Típicas de las zonas costeras, reemplazan la carne por productos del mar.
- Empanadas dulces: Pequeñas y perfectas como snack. Se pueden encontrar de manzana, alcayota o membrillo.