Por Ingrid Torrealba
El Freestyle sigue ganando terreno en la Región de O’Higgins. Pepe Flama, host de batallas y organizador de eventos, destaca el crecimiento de la escena, pero advierte que aún falta apoyo para consolidarla. Con talleres formativos y un llamado a la acción, busca convertir el rap improvisado en una herramienta de desarrollo para niños y jóvenes.
La escena del Freestyle en la región ha evolucionado. Según Pepe Flama, actualmente hay más público que consume batallas que espacios activos de competencia. «Nosotros antes organizábamos desde las 2018 batallas aquí en la sexta región, pero por motivos laborales dejamos de hacer Flama Battles, que era la batalla de parque de aquí de la escena de Rancagua», explica.
A pesar de esto, el interés por el Freestyle sigue intacto. «Lo que sí he visto es que los muchachos siguen rapeando harto y están activos, porque el Freestyle aquí en Rancagua se consume mucho», asegura.
Talleres de Freestyle: una apuesta por la formación
Más allá de los eventos competitivos, Pepe Flama y su equipo han decidido llevar el Freestyle a otro nivel, implementando talleres para niños y jóvenes. «Queremos entablar esa pedagogía de Freestyle en diferentes lugares de la región. Nos gustaría», comenta.
Estos talleres buscan desarrollar habilidades cognitivas y emocionales a través del rap improvisado. «Niños llegan desde los 8 años a tomar talleres, pueden ser hasta más chicos incluso, o hasta la edad que quieran», detalla.
Uno de los principales desafíos es la falta de recursos. «faltan, yo creo, más que nada fondos para poder llevarlo a cabo», reconoce Pepe Flama. Aunque han invertido de su propio bolsillo, el objetivo es contar con apoyo de juntas de vecinos y otras instituciones para garantizar la continuidad de los talleres.
El objetivo es que la formación no se limite a eventos aislados. «La idea sería que esto fuese ya más activo, recurrente», señala. En el verano realizaron un primer ciclo de talleres con la participación de los freestylers Yunyo y Hasso, pero aún falta consolidar un programa estable.
Freestyle: más que entretenimiento, una herramienta de expresión
El Freestyle no solo es una disciplina artística, sino también una herramienta para canalizar emociones y mejorar habilidades comunicativas. «Puede ser un vehículo que permita verbalizar cosas que las personas pueden tener ocultas en su interior, o atrapadas, servir para soltar cosas que uno tenga adentro, para liberar emociones, incluso el estrés», explica Pepe Flama.
Casos como el de “El Menor”, actual campeón nacional de Freestyle y subcampeón en un evento internacional, demuestran el impacto de esta disciplina. «Él trae consigo una bandera importante, de un mensaje de salir adelante, de representar el esfuerzo y poder profesionalizar algo que antes no era así», destaca Pepe Flama.
Últimos días para postular a Red Bull Batalla
En paralelo, la escena del Freestyle se prepara para uno de sus eventos más importantes: la Red Bull Batalla Nacional. «Se viene la final nacional de Chile, y para eso se están pidiendo que manden un video a través de la aplicación de Red Bull Batalla», informa Pepe Flama.
La convocatoria cierra el 1 de abril, y los interesados deben enviar un video en formato horizontal a través de la app oficial. «Todos han pasado por ese filtro de video, los jurados evalúan y deciden quiénes clasifican», explica.
Un llamado a la comunidad
Más allá de la competencia, Pepe Flama invita a la comunidad a ser parte activa del Freestyle. «Un llamado a la gente que no solo vaya a consumir Freestyle, sino que sean activos del Freestyle también. Puede hacerlo desde un niño hasta una mamá, un abuelito, el mensaje es que, más que ser espectadores la propuesta es ser protagonistas», enfatiza.
El Freestyle sigue creciendo en O’Higgins y con el apoyo adecuado, podría convertirse en un verdadero motor de desarrollo para la juventud.
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