En enero de 2025, la startup china DeepSeek lanzó su modelo de inteligencia artificial ‘R1 AI’, apodado el ‘ChatGPT’ chino, causando un impacto significativo en el mercado tecnológico global. A diferencia de sus competidores occidentales, DeepSeek ofrece un modelo de código abierto con costos de desarrollo considerablemente más bajos, lo que ha llevado a una rápida adopción en diversos sectores.
Esta irrupción ha generado preocupaciones en Estados Unidos y Europa, especialmente en relación con la privacidad y la ciberseguridad, debido a informes sobre ciberataques maliciosos asociados con la tecnología. Gobiernos como el de Estados Unidos e Italia han implementado medidas cautelares, y se ha iniciado una investigación sobre el posible uso de tecnología de OpenAI en el entrenamiento de DeepSeek.
La llegada de esta IA china ha intensificado las tensiones geopolíticas y empresariales, presionando a las grandes tecnológicas occidentales a mejorar sus ofertas mientras abordan las crecientes preocupaciones de seguridad y privacidad.