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Un sueño sobre ruedas: La realidad de los deportistas chilenos


MARTES, 7 DE ENERO DE 2025
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Publicado por

Danya Ríos

Periodista El Tipógrafo


Por Belén Navia

Rayen Silva tiene 15 años, desde los seis años que el patinaje se convirtió en una pasión, un estilo de vida. Ella sueña con ser parte de la selección de patinaje de nuestro país,  pero que en la actualidad se ve cada vez más lejos por los altos costos que conlleva practicar este deporte.

America’s Cup Orlando Championship of Clubs, es un campeonato deportivo de patinaje que se llevará a cabo en Orlando, Florida, Estados Unidos, entre el 19 y el 23 de enero. En esta competencia participarán 16 países, entre ellos está Chile.

La joven oriunda de Codegua, es federada nacional en patinaje y la única de la región. A medida que fue escalando en este deporte, tuvo que mudarse a Rancagua porque en su comuna no existían los espacios necesarios para practicar. A pesar de su indiscutible talento y años de sacrificio, la subcampeona nacional de patinaje artístico en la categoría libre escuela, no cuenta con los recursos necesarios para viajar y participar en el evento que podría marcar un antes y un después en su carrera.

“Cada dos años debería cambiar patines, pero hace cinco años que no los puede cambiar, porque no nos dan los costos”, relató Carol Labrin, madre de Rayen.  En un valor aproximado de un millón quinientos pesos, le cuesta solo los patines profesionales, sin contar el resto del equipo y los entrenamientos.

Cuatro veces a la semana tiene que viajar de Rancagua a Santiago para entrenar en el club de alto rendimiento de patinaje artístico ubicado en Peñalolén. Su rutina empieza a las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche, circulando constantemente sobre unas ruedas que la guían a su sueño. Ella quiere llegar a la selección chilena, por lo que cada semana junto a su familia tienen que hacer sacrificios para conseguir lo que anhela.

“Desde el año pasado hemos buscado apoyo, becas, proyectos, pero no pasa nada”, lamenta Carol. La familia de la joven patinadora se ha visto obligada a financiar sus propios entrenamientos, equipamiento y viajes, y aunque han solicitado apoyo al municipio, las respuestas han sido nulas.   La escasa visibilidad mediática y la falta de recursos para los deportistas de alto rendimiento hace que casos como el de Rayen sean cada vez más comunes en nuestro país.

Recuerdan que, cuando estuvo Eduardo Soto como alcalde de Rancagua, se ganó un proyecto que le ayudó a comprarse sus actuales patines, pero desde ese momento a la actualidad, solo ha podido reunir fondos a base de bingos, beneficios y campeonatos deportivos.

Hasta el momento han recaudado tres millones de pesos, pero aún les falta un millón, según nos informa la madre de la joven. No solo necesitan renovar sus patines, sino que también requiere de mallas que se encuentran en un valor de 150 mil pesos, las ruedas, los pasajes y pagar las inscripciones de cada competencia, que en este caso son tres y cada una de ellas cuesta 75 dólares.

Incluso este sábado 11 de enero, realizan el campeonato Copa Rayo, en el club deportivo Alianza de Miraflores, para recaudar el último monto que le faltaría para completar su meta y así poder representar a Chile en Orlando.

Mientras el campeonato en Estados Unidos se acerca, Rayen sigue entrenando con la esperanza de que, a pesar de todo, su sueño no se apague, ya que, la importancia de esta competencia es por la suma de puntos que le entregaran y que la conducirán a optar a competir en niveles mucho mayores para tener así, en algún momento, acceso a la selección chilena.


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