La radiación ultravioleta (UV) del sol es el mayor factor de riesgo modificable para el cáncer de piel, asegura el doctor Nelson Lobos, miembro de la Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología. Aunque evitar la exposición solar es clave, protegerse adecuadamente con protector solar y verificar su aprobación sanitaria son pasos esenciales para reducir el riesgo.
El Ministerio de Salud (Minsal) ha lanzado su Campaña de Verano alertando sobre los peligros de la radiación UV. Según el Minsal, el melanoma maligno de piel, uno de los cánceres más comunes, afecta a cerca de mil personas anualmente, de las cuales aproximadamente 244 fallecen.
El cáncer de piel se genera cuando las células de la piel o sus anexos (como pelos y glándulas) se multiplican de manera descontrolada. Esta proliferación es el resultado de una interacción entre factores genéticos, ambientales y las defensas naturales del cuerpo, determinadas en gran medida por el sistema inmune.
Consejos para prevenir el cáncer de piel
Sung Kim, jefe de la Agencia Nacional de Prevención y Control de Cáncer del Minsal, destaca que el cáncer de piel se debe principalmente a la exposición excesiva a la radiación ultravioleta. Este daño se acumula a lo largo de la vida, lo que significa que a medida que la población envejece, los casos de cáncer de piel seguirán aumentando.
Para prevenir el cáncer de piel, Kim ofrece las siguientes recomendaciones:
1. Evitar la exposición solar entre las 10:00 y las 18:00 horas, especialmente al mediodía, cuando los rayos UV son más intensos.
2. Usar protección física: gafas de sol, gorros de ala ancha y ropa de manga larga y pantalones largos, preferentemente de tejidos compactos.
3. Aplicar protector solar de factor 30 o superior: Es fundamental proteger la piel con productos adecuados.
4. Verificar la aprobación sanitaria del protector solar: Asegurarse de que el producto tenga el número de registro sanitario del Instituto de Salud Pública (ISP), que garantice su seguridad y eficacia.
Radiación UV: un riesgo evitable
El doctor Lobos, de la Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología (Sochiderm), refuerza que la radiación UV es el factor modificable principal en la aparición del cáncer de piel. «Si se detecta y se trata a tiempo, el pronóstico es generalmente muy bueno», señala.
El doctor Lobos destaca que las quemaduras solares en la infancia, especialmente antes de los 20 años, y el uso de camas solares antes de los 35, son antecedentes cruciales que contribuyen al desarrollo de melanoma.
Además, las personas con ciertas características físicas tienen un mayor riesgo. Entre los principales factores de riesgo se incluyen:
– Personas con piel clara, ojos claros y cabello pelirrojo, que se queman fácilmente en lugar de broncearse.
– Aquellos con antecedentes personales de cáncer de piel o quemaduras solares en la infancia o juventud.
– Personas que pasan mucho tiempo al aire libre, ya sea por trabajo o actividad recreativa.
– Individuos con numerosos lunares o manchas solares, aquellos que han recibido radioterapia, o pacientes inmunosuprimidos.
La clave para prevenir el cáncer de piel es, por tanto, estar atentos a los signos de alerta, realizar chequeos periódicos y adoptar una rutina de protección solar rigurosa, especialmente en épocas de alta radiación.