Continúa la búsqueda del ingeniero eléctrico, Christopher Andrés Flores Martínez de 36 años, que desapareció la madrugada del sábado, desde la pensión en la que se alojaba por temas laborales, ya que trabaja en El Teniente a través de un empresa contratista.
Debido a la urgencia en conocer su paradero, su esposa, Francisca Bolbarán, se trasladó desde la comuna de Los Andes –donde viven ambos- hasta Rancagua, donde fue visto por última vez, en las cercanías de la Carretera del Cobre, en lo que ha sido una búsqueda extenuante, ya que, “duermo lo justo, he dormido dos horas solamente, porque ya me mareo. Entonces estamos hidratándonos solamente, estamos existiendo. En este momento, como familia, estamos existiendo por la necesidad de encontrarlo.
El matrimonio lleva 19 años juntos, por lo tanto por al menos la mitad de los 36 años que tiene Christopher ha estado junto a Francisca, la que señala sobre la desaparición que, “la tesis que yo manejo, es que él está desorientado. Quizás salió como para respirar, para oxigenarse un poco, porque estaba abrumado, porque estaba muy estresado. Entonces, tiene que haber esto como algún corte, alguna crisis de angustia”.
La afligida esposa que se mantiene hospedada en un hotel de la capital de O’Higgins, recuerda que antes de la desaparición de ‘Chris’ –como lo llama- estuvieron hablando por teléfono, como era lo usual durante los días en los que él se mantenía en la ciudad por sus turnos.
“(Me) pareció rara como el término de la conversación. Y después cuando apagó el teléfono fue peor, porque dije, a ver, ¿se le descargó primero? Pero voy a seguir tratando”, recuerda Francisca, que tras no recibir una respuesta, se contactó con el número de emergencia que le había dejado su marido para alertar que lo fueran a ver a su habitación en la pensión.
“Y cuando fueron no estaba, no estaba. Había salido, por ejemplo, el pensionista que fue, bajó a las 12:09, Christopher había salido de la residencial a las 12:08”, detalla.
Tras notar que el ingeniero no estaba en su habitación, Francisca detalla como fueron las horas posteriores, contándonos que, “tenemos hasta el momento las cámaras. O sea, que hay en realidad como hasta las dos de la mañana del día que salió. Son dos horas”
“Son solo dos horas y han pasado casi tres días. Entonces, como que realmente bacán que lo hayan visto, porque yo por lo menos (sé que) está caminando, está bien, pero necesito encontrarlo, porque no anda con plata, no anda con celular, no anda con tarjeta”, detalla.
Por lo mismo enfatiza que, “no lleva ni 100 pesos encima, no lleva nada. Y salió, y yo creo que está como tan angustiado, tan desesperado. Quizás que no advierte”.
“Debe andar como caminando cuando puede, porque yo asumo que ya después de casi 3 días, que vamos por los 3 días y que no había dormido del día anterior, porque había ido a trabajar. Está despierto a las 4 de la mañana del día viernes. No creo que él pueda estar caminando hasta hoy”, relata.
Al ser consultada sobre qué pudo haber provocado que, en su tesis de la desaparición, Christopher haya tenido una especie de colapso, Francisca responde que, “yo creo que puede haber un cúmulo de cosas, pero sí, yo siento que todo va más como un tema laboral. Así como de estrés porque llevaba dos meses, como que no estaba trabajando realmente, todavía en estos cursos”.
“Como ingeniero eléctrico, él estaba todavía como en vías de acreditación. Entonces eso lo tenía estresado porque si tiene algo es como que es muy responsable”, agrega.
Finalmente, Francisca Bolbarán hace el llamado a que el caso tenga máxima difusión y que, “a su vez también observar como su fisonomía, como para advertir de donde la persona está al lado tuyo, porque de repente uno camina, me veo inmersa en su mundo y es raro que te miren al lado tuyo”.
“Entonces, saber que también hay un sufrimiento de parte de la familia, pero enorme. Esto es desgarrador y nos mantiene activos, nos mantiene lúcidos solamente en la necesidad de encontrarlo”, cierra Francisca.
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