Con un carisma inspirador y una profunda cercanía, el Cardenal Fernando Chomalí, Arzobispo de Santiago, visitó la comuna de Peralillo el pasado 21 de enero, llenando de alegría a sus habitantes, que participaron de las distintas actividades programadas con él. Su presencia fue recibida con regocijo por las autoridades y los fieles, quienes valoraron la sencillez y el espíritu pastoral del prelado.
En su llegada al municipio, el alcalde Claudio Cumsille Chomalí expresó que: “Es un honor recibir al Cardenal Chomalí. Su visita nos invita a reflexionar sobre nuestra fe y a trabajar unidos por el bien común”. Con gestos de humildad y cercanía, el Arzobispo bendijo a los funcionarios y compartió palabras de aliento, destacando la importancia de servir con amor y dedicación.
Posteriormente, compartió un conversatorio en la Parroquia San Francisco Javier, donde, junto al párroco René Gaete y el Obispo de Rancagua, Monseñor Guillermo Vera, el Cardenal respondió preguntas sobre la fe y la misión de la Iglesia. “En Peralillo encontré una comunidad viva, solidaria y profundamente comprometida con los valores del Evangelio. Es un ejemplo de cómo la fe puede transformar y unir a las personas”, afirmó Monseñor Chomalí.
El Obispo Guillermo Vera destacó la relevancia de este encuentro, señalando: “Es un regalo tener al Cardenal aquí, en esta tierra de raíces católicas tan profundas, que nos recuerda nuestro compromiso con la Iglesia y con el prójimo”.
Un momento de mucha cercanía se vivió cuando en una carroza descubierta y decorada para la ocasión, monseñor Chomalí recorrió las calles de la comuna, recibiendo los parabienes de los fieles y dándoles una bendición.
La jornada culminó con una emotiva Santa Misa, donde Monseñor Chomalí, acompañado de autoridades y fieles, pidió bendiciones para la comuna. “Que su fe siga creciendo y que siempre sean un testimonio vivo del amor de Dios”, expresó el Arzobispo.
La visita del Cardenal Fernando Chomalí no solo reafirmó la fe de Peralillo, sino que también dejó un mensaje de esperanza que resuena en los corazones de todos los que tuvieron la dicha de escucharlo.