La innovación tecnológica continúa transformando la agricultura moderna. Investigadores de la Universidad de Tohoku, en Japón, han desarrollado un sensor inalámbrico capaz de detectar cambios en el color de las hojas, lo que refleja alteraciones fisiológicas en las plantas. Este dispositivo permite monitorear en tiempo real factores clave como el estrés hídrico, la deficiencia de nutrientes o la exposición a enfermedades, otorgando a los agricultores herramientas avanzadas para optimizar el manejo de cultivos.
La tecnología, presentada en noviembre de 2024, promete aumentar la eficiencia y sostenibilidad en el uso de recursos agrícolas. Los sensores pueden ser instalados en diferentes tipos de cultivos y transmiten datos directamente a dispositivos móviles o sistemas de gestión de granjas inteligentes, facilitando decisiones rápidas y precisas.
Esta solución, diseñada para enfrentar los desafíos globales de seguridad alimentaria y cambio climático, representa un paso adelante hacia una agricultura más sostenible y basada en datos, lo que podría mejorar significativamente los rendimientos y reducir desperdicios en la producción