Alberto Abarza continúa escribiendo su nombre en la historia del deporte paralímpico chileno, consolidándose como una leyenda viva. A sus casi 40 años, Abarza alcanzó su cuarta medalla en unos Juegos Paralímpicos, logrando un bronce en los 100 metros espalda categoría S2 en París 2024. Enfrentando a titanes como el brasileño Gabriel dos Santos Araujo y el ruso Vladimir Danilenko, el chileno demostró que aún tiene mucho que ofrecer, a pesar de las crecientes dificultades que le impone su condición de Síndrome de Charcot-Marie-Tooth.
El camino hacia esta medalla no fue fácil. Abarza, quien fue el primer miembro del Team ParaChile en competir en París, tuvo que superar no solo a sus rivales, sino también los desafíos físicos que su enfermedad le ha impuesto, la cual ha progresado un 35% desde Tokio 2020. Sin embargo, su determinación se mantuvo intacta, como él mismo expresó en una entrevista reciente, afirmando que aunque su discapacidad ha avanzado, también lo han hecho sus ganas de seguir compitiendo al más alto nivel.
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Durante las preliminares, Abarza dejó claro que no dejaría que ninguna adversidad lo frenara. En un ambiente electrizante en la Arena La Defensa, con más de 15 mil espectadores, el chileno registró un tiempo de 2′01″74, asegurando su paso a la final con la segunda mejor marca de la clasificación. Su duelo con Danilenko fue especialmente intenso, rememorando batallas pasadas y demostrando que ambos están en la élite de la para natación.
Aunque el brasileño Dos Santos Araujo se alzó con la victoria, Abarza luchó con todas sus fuerzas para quedarse con el bronce, finalizando con un tiempo de 2′01″97, apenas unos segundos detrás de Danilenko. Este logro no solo le otorga su cuarta medalla paralímpica, sino que lo coloca como el único chileno en alcanzar tal hazaña.
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