Mientras las cifras Nacionales Unidas nos dicen que hay sólo 26 países donde 28 mujeres se desempeñan como Jefas de Estado y/o de Gobierno, lo que podría implicar que, al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará antes de 130 años, revisamos experiencias de liderazgos femeninos en un área esencial de nuestro desarrollo social, como el medioambiente.
En la Región de O’Higgins 9 mujeres son secretarias regionales ministeriales (Ministerio de Desarrollo Social, Mujer y Equidad de Género, Obras Públicas, Salud, Medio Ambiente, Culturas, Minería, Transportes y Telecomunicaciones y Educación), lo que representa más del 50% del gabinete regional, lo que podría aumentar cuando se nombren los cargos vacantes en Vivienda, Economía y Trabajo y Previsión Social, hay también cuatro diputadas, una senadora, pero sólo tres alcaldesas.
La reflexión acerca de quién toma decisiones no parecería tener sesgo de género, y más bien se supondría marcada por las capacidades y experiencia de quienes son llamados a desempeñar funciones que impliquen márgenes importantes de decisión, sin embargo, ser hombre o ser mujer es un factor trascendente a la hora de entender los liderazgos.
Un hecho sintomático es que nuestro tejido social tiene un marcado tinte femenino, en el sentido de que la mayoría de las juntas de vecinos y un número significativo de organizaciones sociales son encabezadas por mujeres ¿Será que les importa su entorno?, ¿Tal vez su estilo transversal y horizontal de liderazgo se aviene con el carácter comunitario de los intereses de esas organizaciones?
El liderazgo femenino ha demostrado ser particularmente resonante y efectivo en el contexto de organizaciones sociales y ambientales, ¿Por qué?
Empatía y Conexión Social
Las mujeres, a menudo, destacan por su habilidad innata para entender y empatizar con las necesidades de los demás. El liderazgo femenino se basa en relaciones humanas sólidas, fomentando un ambiente donde las personas se sienten escuchadas y comprendidas.
Esta conexión social no solo fortalece la cohesión interna de la organización, sino que también facilita la construcción de puentes con la comunidad.
Enfoque Colaborativo y Horizontal
El liderazgo femenino, puede encontrar terreno fértil en organizaciones preocupadas por el bienestar social y ambiental. Las mujeres líderes tienden a fomentar estructuras de toma de decisiones que valoran la participación de todos los miembros del equipo, promoviendo un sentido de responsabilidad compartida.
La inclusividad y la horizontalidad en el liderazgo femenino impulsan la innovación y la resiliencia organizativa, elementos cruciales para enfrentar los desafíos sociales y ambientales actuales.
Compromiso con la Sostenibilidad y el Bien Común
Las mujeres líderes suelen adoptar un enfoque a largo plazo, este compromiso con la sostenibilidad refleja una preocupación genuina por el bienestar de las comunidades y el medio ambiente. Las mujeres líderes en estas organizaciones a menudo abogan por políticas y prácticas que equilibren las necesidades actuales con la preservación de recursos y la promoción de un entorno más saludable y equitativo para las generaciones futuras.
La concejala de Rancagua, Valentina Cáceres, quien obtuviera la primera mayoría en las urnas para integrar el concejo municipal de la capital regional en 2021, ha encarnado un liderazgo que destaca por estos conceptos, y, en su visión, “
Una mirada integradora desde la ciencia
Para Josefina Mujica y Michelle Morales, cofundadoras de “Viveros Lihuen”, quienes desarrollan ciencia aplicada en medio ambiente en la Región de O´Higgins, constituyendo un extraordinario liderazgo en la materia con una mirada profundamente local, pero al mismo tiempo universal “hacer ciencia aplicada siendo mujer no es muy distinto a ser hombre, en general hacer ciencia aplicada es complejo por los escasos instrumentos de financiamientos que existen y la baja priorización que el Estado le da como eje transversal del desarrollo del país. Hacer ciencia para una mujer a veces puede ser más difícil cuando se decide ser madre o tener el rol de cuidadora como sucede en algunos casos, ya que se debe salir del sistema laboral o aplazar perfeccionamiento en el extranjero dado que el Estado aún le achaca esa responsabilidad casi exclusivamente a la madre, cuando ambos padres deberían tener por ley la responsabilidad en esta etapa, lo que reduciría bastante la desigualdad en el ámbito laboral”, según cuenta Michelle Morales, quien además reflexiona sobre si la ciencia tiene o no sesgo de género “la ciencia no tiene género, como pasa en otras disciplinas, el aporte de la mujer es que ellas tienen un enfoque de integración, y de complementar la toma de decisiones con un enfoque diverso. Como el sesgo, que se tiene cuando se dice que los niños son mejores en los números que las niñas, finalmente eso hace que pocas niñas se interesen por las matemáticas porque hay una sociedad que así lo dice, y pasa lo mismo al revés, niños que pueden tener un potencial en las letras no desarrollen tales capacidades. Es por ello que el enfoque de género debe promover la integración de los géneros en ambientes de trabajo, sobretodo en áreas relevantes del desarrollo del país, porque es claramente beneficioso para alcanzar las metas del futuro”.
Por su parte, Josefina Mujica abordó las razones que explican que la temática medioambiental no haya sido prioridad para nuestra clase política y si eso podría denotar algún sesgo de género “la falta de priorización de problemas ambientales por parte de la clase dirigente puede atribuirse a una variedad de factores, como intereses económicos a corto plazo, falta de conciencia o voluntad política. Aunque es posible que existan sesgos de género en ciertos contextos, sería simplista atribuir la falta de acción únicamente a ese factor. Es importante abordar estos problemas desde múltiples perspectivas para encontrar soluciones efectivas y entregar educación a la comunidad como eje esencial del cuidado del medio ambiente.
Y sobre el rol de las mujeres liderando la temática Mujica señaló que “Sí, es cierto que las mujeres han liderado muchas instancias, movimientos e iniciativas relacionadas con la preocupación por el entorno y el bienestar de las futuras generaciones. Sin embargo, es importante reconocer que como seres humanos debemos estar comprometidos con estas causas y que la preocupación por el medio ambiente es una responsabilidad compartida que trasciende las diferencias de género.
Finalmente, consultada por la posible discriminación en su labor por ser mujer, Josefina Mujica señaló que “aunque personalmente no he sentido discriminación como mujer en la ciencia, he observado que en la industria agrícola sí puede haber desafíos específicos. En cuanto a la ciencia, considero que el problema radica en la falta de incentivos para que las niñas vean la ciencia como una opción viable y en la necesidad de proporcionarles las herramientas y el apoyo necesarios desde una edad temprana. La representación femenina en la ciencia sigue siendo baja y es importante trabajar para cambiar esa realidad”, y ambas agregaron que “como fundadoras de Viveros Lihuen, nuestra misión es impulsar la innovación y la ciencia aplicada en nuestro campo. Reconocemos que, para llevar a cabo nuestra labor de manera efectiva, es fundamental contar con una diversidad de opiniones, experiencias y expertise. Creemos firmemente en la colaboración y en la inclusión de diferentes perspectivas para generar soluciones creativas y sostenibles en nuestro trabajo”.