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¿Por qué volvió a funcionar el aparcadero municipal de Rancagua?


Hace algunos meses la Seremi de Salud de la región decretó la prohibición de funcionamiento del aparcadero municipal de Rancagua tras constatar graves problemas sanitarios, sin embargo, hoy se encuentra funcionando, ¿Qué pasó en el intertanto?, ¿Se resolvieron las observaciones?, ¿Se ha dado cumplimiento a las exigencias de la autoridad sanitaria?

JUEVES, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2023
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Publicado por

David Pellizzari



Cuando en junio del presente año se decretó la prohibición de funcionamiento del recinto que se utiliza como aparcadero municipal de la comuna de Rancagua por parte de la Seremi de Salud, asistimos a uno de los más importantes capítulos de una historia de larga data en la capital regional.

La génesis de la problemática reside en que el terreno en que hoy funciona el aparcadero fue un relleno sanitario, lo que significa que los posibles usos posteriores al abandono y cierre del relleno son limitados. En ese contexto debemos retroceder al año 1996, en que el entonces alcalde de Rancagua y hoy ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela,  comunicaba al entonces Servicio de Salud de la región, un plan para el abandono del entonces relleno sanitario de la comuna. Este fue aprobado por la autoridad sanitaria el 19 de agosto de ese mismo año señalando “tal procedimiento cuenta con la conformidad de esta dirección de salud y deberá ponerse en marcha a la brevedad”.

En el documento, fechado el 4 de junio del año 96, se detallan las acciones necesarias para el cierre del relleno sanitario y el monitoreo de los eventuales riesgos que supone para el medio ambiente y la interacción con la comunidad que no parecen ser compatibles con el funcionamiento de un aparcadero municipal en ese mismo terreno, o que supone el acopio de vehículos motorizados retenidos por alguna infracción de tránsito o por otras razones legales, y sería un evidente riesgo si se consideran las características inflamables de los combustibles y el biogás que puede emanar del terreno, así como otras complicaciones sanitarias.

Pese a ello, el aparcadero municipal funcionó y hoy sigue en actividad en ese terreno. El 9 de junio de este año se fiscalizó el cumplimiento del plan de cierre aprobado en 1996 (hace 27 años), y se levanta una lapidaria acta con una serie de observaciones que dan cuenta de que este plan no se está cumpliendo en los hechos, denunciando el almacenaje de basura, chatarra, residuos peligrosos e instalaciones sanitarias gravemente deficientes,  además de los vehículos propios del giro de la actividad, lo que motivó la clausura del recinto. Textual, el documento indicó que «dada la no implementación del plan total de cierre y que lo constatado en la visita inspectiva es un riesgo para la salud de la población y los trabajadores (…) se prohíbe el funcionamiento de la instalación», provocando una grave problema práctico para el municipio y Carabineros de Chile que debieron aparcar los vehículos retirados de circulación en las inmediaciones de los recintos policiales.

Historia paralela


El cuestionamiento al aparcadero comenzó, en todo caso, antes de junio y la municipalidad de Rancagua, según señalan algunos concejales, preparó las bases para licitar un nuevo recinto, la que, en opinión de 4 ediles de la comuna, estaba dirigida para ser adjudicada a una empresa en particular, constituida “al efecto”, lo que arrojó un manto de duda acerca de la oportunidad y justificación de los cuestionamientos sanitarios contra el terreno, pero, tanto el municipio como la autoridad sanitaria defendieron la pertinencia de las observaciones.

¿Se solucionaron los problemas en estos meses?, ¿Es apto el terreno ahora para que funcione un aparcadero municipal?, ¿Qué cambió en 3 meses? Son las preguntas que debiesen ser respondidas con total transparencia.

Si los cuestionamientos sanitarios no eran tan graves, parecería que la hipótesis esgrimida por los concejales podría tener asidero, en el sentido de que se buscaba generar las condiciones que permitieran licitar el servicio a un privado que ya estaba definido; pero, si los cuestionamientos eran graves, la pregunta es ¿bastaron 3 meses para solucionarlos? Es decir, ¿lo que no pudo hacerse en 27 años, era de una solución casi inmediata?

Según la resolución exenta n°1841 del 14 de septiembre del presente, a la que tuvo acceso El Tipógrafo, firmada por el seremi subrogante de salud Rodrigo Proharam, la municipalidad de Rancagua solicitó la reapertura del recinto y acompañó documentación acerca del cumplimiento de las observaciones, lo que habría sido corroborado por una visita inspectiva que consta en el acta N° 97567 de fecha 5 de septiembre de 2023, es decir, en tan sólo tres meses se subsanaron observaciones graves, y en dicha resolución no se hacen observaciones ni se establecen restricciones, por lo que, en la práctica, su funcionamiento puede volver a ser completamente normal.

El municipio aclaró que se trata de decisiones de la autoridad sanitaria y hasta el cierre de esta edición, y pese a reiterados intentos de este medio; la Seremi de Salud no se refirió al tema.


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